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Muere Juan Formell, creador de Los Van Van

Pocas horas antes de su fallecimiento, había estado escuchando discos con uno de sus hijos, Samuel.

Pocas horas antes de su fallecimiento, había estado escuchando discos con uno de sus hijos, Samuel.
Juan Formell | Cordon Press

A los setenta y un años ha muerto en La Habana Juan Formell, fundador de Los Van Van, el grupo que revolucionó la música cubana a partir de 1969. Sus familiares no esperaban tan rápido desenlace. Pocas horas antes de su fallecimiento había estado escuchando discos con uno de sus hijos, Samuel, y nada, como decimos, hacía presagiar ese final.

Juan Formell había nacido en Santiago de Cuba el 2 de agosto de 1942, hijo de un flautista y pianista, quien le inculcó el amor por la música. En los años 60 tocaba la guitarra en las veladas del hotel Habana Libre y ya entonces se advertía en su forma de interpretar clásicos boleros del ayer un aire distinto, renovador. Si el filin había significado una manera distinta de presentar el bolero, Formell dio con unos nuevos arreglos que iban a enriquecer ese género tan romántico y universal. En la segunda mitad de los años 60 se enroló en la orquesta Revé y allí experimentó sus innovadores giros musicales, con los que se aprestó a embarcarse en una aventura personal: la creación de un grupo propio. Buscó un nombre: Los Van Van. Respondía a una expresión cubana en los momentos en los que Cuba vivía momentos de euforia ante la esperanza de conseguir la mayor cosecha de azúcar conocida en la isla. Se decía: "Los diez millones van". El eslogan tuvo una continuación en el habla popular: "De que van, van". Y ahí es donde Juan Formell encontró la denominación que buscaba para su conjunto.

Los Van Van se hicieron muy populares en la isla. No había acontecimiento en los que no estuvieran animando la fiesta. Una orquesta regularmente integrada por una quincena de componentes. Formell introdujo en ella, entre otras cosas, el sonido de los trombones, amplió el número de flautas, y sumó la batería a la percusión tradicional. Así logró un sonido que los diferenciaba de otras formaciones musicales. Hasta la aparición de Los Van Van, en Cuba imperaba musicalmente la tradición de los conjuntos soneros, y en general, se mantenían ajenos a los sonidos del pop mundial anglosajón. Lo que hizo Formell fue irrumpir en la música popular bailable cubana con nuevos sonidos, que resultaban muy atractivos para una juventud deseosa de "estar más al día". Mientras la salsa se expandía desde Nueva York a todo el mundo a finales de aquellos míticos 60, Los Van Van daban un giro espectacular con su música.

Si bien en el grupo siempre hubo espléndidos solistas, quienes conocen la trayectoria de Los Van Van saben que Juan Formell fue siempre el alma de la orquesta. Él aportaba su talento a los números originales del repertorio, con letras que contaban historias de la calle, algo así como crónicas cotidianas urbanas. En pocos años, ya en la década de los 70, el grupo fue internacionalizándose y sus canciones llegaron hasta los Estados Unidos. Combinación de salsa, jazz, rock, que sería muy bien recibida asimismo en los circuitos europeos, cuando fueron popularizándose los festivales de jazz latino. Nadie que haya escuchado en directo a Los Van Van se ha mantenido ajeno a la invitación a bailar frenéticamente. Ya lo recogió el crítico musical de The New York Post en 1998, cuando escribió: "Los Van Van suenan como una orquesta viva: la percusión impone su dictado a los bailadores que no pueden prescindir de mover el cuerpo especialmente la cintura".

Juan Formell llamaba "timba" al apoyo total de la percusión con el teclado y el bajo, consiguiendo un ritmo singular, que algunos tratadistas cubanos dieron en definir como "salsa dura". Recogemos, finalmente, el juicio que en las páginas de El Universal de México mereció a su crítico musical la figura del músico ahora desaparecido y el conjunto que creó: "Es la orquesta más interesante de música tropical que conozcamos en los últimos tiempos. Su director Juan Formell es un músico completo".

La música cubana está de luto. En el recuerdo de Formell y sus Van Van quedará la estela, el sonido de sus más conocidas canciones: "Qué palo es ese", "Anda ven y muévete", "La titimanía", "El negro no tiene na", "Eso está bueno", "Aquí el que baila gana", "Disco azúcar", "Que le den candela", "¡Qué sorpresa!", "Esto te pone la cabeza mala"… Sigan ustedes bailando con Los Van Van y la memoria del recién difunto Juan Formell.

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