En más de cincuenta años de carrera musical, la trayectoria de Keith Richards ofrece un bagaje envidiable para cualquier músico del más alto nivel: sus éxitos de crítica y público como guitarrista y uno de los principales compositores de la mítica banda The Rolling Stones así lo avalan. Pero al margen de una carrera tan celebrada como monumental, tan solo en contadas ocasiones ha deleitado a su público con discos firmados al frente de su propio proyecto. El próximo 18 de septiembre, en concreto, tendremos el honor de presenciar cómo esta circunstancia tiene lugar por tercera vez, con la llegada de Crosseyed Heart.
Como núcleo de este trabajo –del que podemos escuchar su adelanto, el single "Trouble"- de corte blues y rock (a estas alturas de la vida, el músico no experimenta y se ciñe a su genial fórmula musical de cinco décadas de probada eficacia), ha contado con su colaborador habitual, el batería Steve Jordan. Un músico y productor tan prolífico como definitorio en la historia del género que lleva décadas figurando como icono en proyectos con Eric Clapton, Neil Young o The Blues Brothers. Además de aparecer junto a tan ilustres nombres, Jordan figuraba ya en diversas labores en las dos incursiones de Richards en solitario hasta la fecha, el Talk is Cheap de 1988 y su continuación de 1992, Main Offender.
En ambos trabajos, la formación de amigos del díscolo artista se componía de su ya habitual line-up, bautizado como The X-Pensive Winos, de los cuales repite en esta ocasión el también guitarrista Waddy Wachtel. Pero no es ésta la única aparición importante del álbum, ya que también nos encontraremos con la última contribución del saxofonista habitual de los Stones, el desaparecido Bobby Keys. En total, tendremos un total de quince composiciones firmadas por Richards y Jordan, en las que podremos dar fe de la química de esta sociedad y de su solvencia a la hora de realizar ese estilo de música tan fácil de nombrar y tan difícil de lograr en toda su autenticidad: el rock and roll.
Para completar el elenco de músicos implicados en el proyecto, conocemos ya la presencia de Norah Jones, que interpretará junto a Richards el tema "Illusion", presumiblemente otro de los puntos fuertes de este trabajo que llega más de dos décadas después del último testigo del sonido del músico en solitario… aunque parece que tampoco habrá mucho tiempo de hacer sonar la lista de canciones por los escenarios, ya que como anunciaba el autor hace pocas fechas en la revista Rolling Stone, lo más probable es que regrese a los estudios con su banda de toda la vida para embarcarse en un nuevo disco (que implicará, si las circunstancias lo permiten, una nueva gira de la banda de rock más grande en activo).
Pero al margen de especulaciones de futuro sobre los próximos pasos del artista junto a Mick Jagger y compañía, nos queda la expectación de comprobar cómo se defiende ante la responsabilidad de ejecutar un tracklist propio como frontman de un proyecto tan discontinuo como improvisado en el estudio. Unas características que responden a la idea de concebir el proceso de creación musical (véase si no el documental de cómo grabaron los Stones el genial disco Exile on Main St.) de una de las últimas voces autorizadas para definir el concepto de rock and roll en toda su extensión. En septiembre, la próxima corre a cuenta de Mr. Keith Richards.