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Lo normal en un Rolling Stone

Un repaso a algunas curiosidades de Jagger, Richards y compañía.

Un repaso a algunas curiosidades de Jagger, Richards y compañía.
Rolling Stone | Archivo

La última noticia que afecta a los Rolling Stones, al margen de su actuación en Cuba, les coloca una vez más como artistas con una historia marcada por las curiosidades. Resulta que la galería Saatchi de Londres acoge la exposición Exhibicionismo, en la que se exponen más de 500 objetos que sirven para retratar la historia de la banda. Pero la noticia no está ahí; en realidad, lo que sorprende es la negativa de la galería a que la banda toque algunos temas a la entrada, hecho que se repite con los mismos protagonistas en el tiempo: ya no pudieron tocar en dicha instalación hace décadas, y la historia vuelve a dibujarles como artistas, cuando menos, curiosos.

En realidad, el término curiosidad se queda algo corto para definir la trayectoria de esta formación legendaria, en la que lo excéntrico ha sido lo habitual, y en ocasiones, la ausencia de noticias escandalosas significaba la excepción: es lo que tiene ser un bala perdida (traducción del nombre de la banda, que habían tomado de un blues del gran Muddy Waters), que nunca se hacen las cosas del modo convencional.

Particularidades de sus 'Satánicas Majestades'

Por un lado, cabe destacar su fama de pésimos huéspedes: muchos fueron los hoteles que prohibieron a la banda alojarse en ellos, llegando al punto en que la banda demandó a varios hoteles de Manhattan por impedirles reservar habitación en ellos. Un hecho que se repetía en algunos compañeros de generación musical, como The Who y su genial y polémico batería, Keith Moon.

En el apartado etílico, también tuvieron lo suyo, aunque en el ámbito empresarial: la banda cedió de por vida derechos de la canción "Paint It, Black" a la empresa cervecera Steinlager Beer Co., a cambio de que éstos les proporcionaran cerveza gratis toda la vida.

Una de sus pasiones es el flamenco, y han contratado a diversos artistas de primera línea en ese terreno para sus fiestas privadas. La excepción fue Camarón, que se negó a acudir a tocar para ellos, a pesar del suculento cheque que ofrecían.

Pero quizá las partes más características de la banda se muestran cuando miramos uno a uno a sus componentes. Por ejemplo, Mick Jagger, en cuyos morritos se inspiró el artista Ernie Cefalu para idear el logo de la banda, que acabó dibujando John Pasche. Pues bien, el señor Jagger tiene en su haber una de las nóminas más extensas en el apartado de conquistas, abarcando todo tipo de personalidades de ambos sexos. No se queda atrás en este apartado Ronnie Wood, que suma a su popularidad como Rolling Stone la que ya había atesorado en The Faces.

El que parece el más normal de la banda, el batería Charlie Watts, tiene también su lado salvaje. Se cuenta que, estando una noche en su casa, recibió una llamada de un Mick Jagger bastante borracho, que preguntaba: "¿Dónde está mi batería?". Watts se tomó su tiempo: se arregló y se dirigió tranquilamente al lugar donde estaba Jagger. Al llegar, le plantó un puñetazo, a la vez que le espetaba: "No vuelvas a llamarme tu batería. Tú eres mi maldito cantante".

La palma se la lleva Keith Richards

Pero sin duda, la palma se la lleva Keith Richards. Un tipo tan acostumbrado al exceso que comienza a fascinar por su capacidad para seguir vivo, pese a la vida que ha llevado hasta la fecha (de hecho, suya es la leyenda urbana de que se realiza un cambio o transfusión completa de toda su sangre cada cierto tiempo, para mejorar su salud… o para esquivar a la dama de la guadaña por un tiempo). En el extenso cupo de anécdotas del guitarra, habría que recordar varias, como por ejemplo, la vez que aseguró haber esnifado las cenizas de su padre. Un hecho que luego desmintió… a medias, indicando a continuación que le gustaría que sus hijas esnifaran las suyas a su muerte. Claro que, si uno lo piensa bien, todo es poco para un hombre que, cuando tenía 65 años, decidió trepar por un cocotero en Fidji… el resultado, una grave caída y la certeza de que el señor Richards tiene más vidas que un gato.

Por último (la lista, no obstante, daría para diez artículos al menos), cabe destacar la curiosa leyenda de que The Beatles y The Rolling Stones se llevaban mal y estaban enfrentados. La realidad fue bien distinta, con dos bandas entre las que hubo gran amistad. De hecho, el propio George Harrison recomendó a los Stones al sello Decca, y uno de los primeros temas publicados por éstos fue el "I Wannbe Your Man" escrito por Lennon y McCartney.

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