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María Dolores Pradera: 92 años de magia en los escenarios

La artista cumple 92 años alejada de los escenarios. La última vez que cantó fue en el verano de 2013. 

La artista cumple 92 años alejada de los escenarios. La última vez que cantó fue en el verano de 2013. 
María Dolores Pradera | Efe

Es una de las mujeres más queridas del mundo del espectáculo. María Dolores Pradera celebra su cumpleaños este lunes, 29 de agosto. Figura en todas las enciclopedias como nacida en Madrid el 29 de agosto de 1924. Por lo tanto, son noventa y dos los que celebra. Mas he aquí que, espigando en nuestra documentación, hallamos una entrevista en un suplemento de El Mundo donde ella asegura formalmente que esa edad que le atribuyen todos, no es la verdadera; que ella un día se puso, de jovencita, un par de años más, y de ahí viene la confusión. O sea que si hacemos caso a esa declaración, serían noventa.

Este asunto, en general, siempre hemos dicho que, por mucho rigor que uno persiga, se estrella con datos confusos o contradictorios y la única manera de arreglarlo sería ir al Registro Civil. Pero ¿merece la pena? Porque de lo que se trata es de felicitar a una maravillosa artista,que para las nuevas generaciones es, únicamente, cantante sobre todo de boleros. Y es que ignoran su pasado como actriz. En el cine, a pesar de una treintena de títulos, no se sintió nunca afortunada. En cambio, en los escenarios nos dejaría inmensas interpretaciones, la última el año 1985, dirigida por José Luis Alonso: Cándida, de Bernard Shaw.

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Ya hacía tiempo que su actividad era la música. Por dos razones: si bien el teatro fue siempre su mayor vocación, le costaban las dos funciones diarias en los últimos tiempos. Cantando, ganó más popularidad y más dinero, porque durante más de cuatro décadas desfiló por toda España e Hispanoamérica, con un repertorio de raíces folclóricas sudamericanas combinado con boleros clásicos y últimamente baladas que le acercaron a un público más juvenil, en actuaciones y discos a dúo con los más sobresalientes intérpretes de generaciones cercanas en el tiempo.

La voz en play-back de muchas protagonistas

De jovencita siempre tuvo buena voz. Me contaba con su delicioso humor esta leve anécdota: "Estaba un día duchándome y tarareando una cancioncilla cuando escuché a lo lejos a mi madre pidiéndome ¡que apagara la radio! Y aquello, me animó, todo sea dicho". Tanto que en la película Llegada de noche, de José Antonio Nieves Conde, prestó su voz –que no su imagen- para que la protagonista simulara interpretar un play-back. Cosa que repitió en 1959 en Vértigo (nada que ver con Hitchcock), de Eusebio Fernández Ardavín.

Melodías del maestro Leoz que se han perdido en la memoria. Mi recordado maestro Fernando García Morcillo me contó que él escribió un bolero para María Dolores Pradera, "Ojos azules", que lo estrenó a principios de los años 50 en un programa que aquel tenía en Radio Madrid. Algo después, en 1952, cuando hacía papelitos en el cine y se iba dando a conocer en el teatro, debutó como cantante en lo que entonces se llama boîte, sala de fiestas de carácter algo íntimo, que estaba situada en el paseo de Recoletos, cerca de la Biblioteca Nacional, conocida como Alazán. Por allí iba "el todo Madrid" de la época y Ava Gardner era una de sus clientes.

La habían contratado para una semana y dado el éxito repitió otras temporadas. Su estilo era suave, romántico, sin forzar la voz, cuando lo habitual era que los cantantes, ya utilizando el micrófono desde la pasada década, exhibieran su elevada tesitura cuando les era posible. En una película que rodó por entonces, Carne de horca, apareció incorporando un personaje que cantaba el "Romance del Lucero".

Más de mil canciones

Finalizando la mitad de los años 50 es cuando graba su primer disco, un bolero de Quiroga, Cobián y Herrero, La vida es maravillosa, que se incluyó en un filme de Pedro Lazaga, asimismo titulado, de 1955. Pero es en la década siguiente cuando, poco a poco se va dando a conocer al gran público con sus frecuentes grabaciones, llegando a registrar más de mil títulos en su amplia y variada discografía, en la que se mezclan rancheras, corridos, zambas, habaneras, algunas coplas, boleros, folías canarias… Indicaremos sólo unos pocos temas que siempre ha llevado en su repertorio: "Fina estampa", "Amarraditos", "El rosario de mi madre", "El tiempo que te quede libre", "El gavilán", y una gran selección de rancheras de José Alfredo Jiménez, como "Amanecí en tus brazos" y de otros autores aztecas pues México ha sido siempre para ella "su segundo país", al que adora y donde la quieren y admiran.

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Una mujer tan dulce como ella se presume que ha conocido el amor intensamente. Pero ocurre que nunca ha querido hablar de su vida íntima. Público y notorio es que contrajo matrimonio con Fernando Fernán-Gómez el 28 de agosto de 1945; hace por tanto ahora setenta y un veranos. Contaba el gran actor que aunque por aquellas fechas ambos tenían trabajo continuado, sobre todo en el cine, lo que ganaban no les daba para vivir con cierto decoro y él, por ejemplo, se buscaba trabajos en los que nunca había pensado, como doblar alguna película ¡de John Wayne! Se habían conocido en el madrileño teatro de la Comedia, donde Fernando obtuvo su primer gran éxito teatral con Los ladrones somos gente honrada, cuyo autor, Enrique Jardiel Poncela, le brindó uno de los mejores personajes de su vida escénica, El Pelirrojo.

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Fernando y María Dolores se casaron "con lo puesto", pasaron algunas penalidades, hambre incluso algunos días en los que no tenían nada que llevarse a la boca. Y eso con un bebé en casa, su primer hijo, Fernando, que se dedicaría a galerista de pintura. Luego les llegó Elena, actriz (que se ha anunciado muchas veces con una hache inicial). Pero el matrimonio hizo aguas y sólo duró siete años en realidad, aunque iban disimulando las apariencias hasta su definitiva separación. María Dolores Pradera fue siempre reacia a contar qué les pasó; se enfadaba cuando algún periodista intentaba saberlo.

No recordaba por qué se separó de Fernán Gómez

Hace dos o tres años le confesó a María Teresa Campos en su programa "¡Qué tiempo tan feliz!" que en realidad no recordaba por qué se separó de Fernán Gómez. Él, más sincero, aunque de manera un tanto críptica y elegante, daba a entender que le gustaba mucho irse de farra por los cabarés de Madrid y Barcelona; puede que una de las razones por las que ella se fue cansando de aquellas correrías nocturnas de su marido. El caso es que cada uno se fue por su lado y así continuaron hasta que, aprobada la ley del divorcio, decidieron en los primeros años 80 solicitarlo. Por consejo del representante del actor, abogado de carrera, quien los convenció de que eliminando el vínculo podrían obtener beneficios fiscales a la hora de presentar su renta. Y así lo hicieron. Solteros cuando ya eran algo talluditos. Pero en todo ese tiempo que estuvieron separados ¿vivieron otras aventuras sentimentales? Por supuesto.

Las de Fernando Fernán Gómez no es el caso de detallarlas aquí, porque nos falta espacio para completar el artículo dedicado a su "ex". María Dolores llevó siempre una existencia discreta con respecto a sus amores. Y únicamente conocemos su relación con un afamado abogado, Z, y un brillante columnista, corresponsal de prensa y director del diario Abc, Luis Calvo. Es más que posible que tuviera otros romances, llevados, insistimos, a espaldas de la prensa rosa, que jamás la perturbó en ese sentido.

"La dama de la canción española"

María Dolores Pradera, acompañada por Los Gemelos, dos hermanos que tocaban la guitarra y le aportaban sus voces de fondo, se convirtió en "la dama de la canción española" entre mediados los años 60 hasta no hace mucho tiempo. Aunque uno de Los Gemelos, Santiago, falleció en 1993 y con gran pena, hubo de buscar un sustituto. Luciendo ponchos, envuelta en pañuelos, se paseó por los escenarios durante muchas temporadas. Hasta que en vísperas de la primavera de 2012 hubo de interrumpir su gira por culpa de una insuficiencia respiratoria. Intentó reanudarla pero en mayo optó por retirarse a la espera de recobrar su delicada salud. Ya no pudo reaparecer, salvo en una ocasión, la última, porque quiso estar presente en el concierto de Miguel Poveda el 21 de junio de 2013, en la Plaza de Toros de la Monumental de las Ventas, donde interpretó una de sus más conocidas canciones, "Fina estampa", que estrenara su autora, gran amiga suya, la peruana Chabuca Granda.

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Su último disco fue Gracias a vosotros (volumen II), donde reunió una serie de duetos con artistas de últimas generaciones. A la que respetan por su indiscutible magisterio. Y el tiempo ha ido transcurriendo para ella lenta y a veces dolorosamente, soportando los achaques de su salud, propios claro está de sus años. Aunque no le ha faltado nunca la sonrisa ni el buen humor a esta mujer inteligente, culta, sensible para quien desde aquí le enviamos nuestra más cariñosa felicitación en su aniversario, que seguro será compartida por muchos de ustedes.

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