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Los días en los que una casete significaba que le gustabas

La exposición "1, 2, 3…Grabando!" recorre la evolución de los sistemas de grabación y la reproducción musical de todos los tiempos.

La exposición "1, 2, 3…Grabando!" recorre la evolución de los sistemas de grabación y la reproducción musical de todos los tiempos.
Exposición: 123... ¡grabando! Una historia del registro musical

Imaginemos que podemos adentrarnos en un túnel del tiempo que nos lleva a principios del siglo XX. Llegamos a una reunión de la alta sociedad en la que, de fondo, suena la música de Enrique Granados en un gramófono. Avanzamos hasta los años 60, la fiesta es yeyé y suenan los Beatles en un tocadiscos. Seguimos avanzando y nos metemos en los 90. Esta vez no llegamos a una fiesta, sino a un instituto. Sobre una de las mesas, una casete con canciones escritas a mano y algún que otro corazón pintado. Alguien está por tus huesos.

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Un radiocasete. | Fundación Tlefónica

Este es el viaje que propone la exposición "1, 2, 3…Grabando!", en Fundación Telefónica. Repasa la persistencia humana a la hora de capturar el que hasta entonces era un efímero sonido. Nos adentra en la historia del registro musical y su reproducción a través de los tiempos con piezas tan emblemáticas como el fonoautógrafo de Scott de Martinville o el fonógrafo de Thomas A. Edison, sin olvidar grandes avances como el magnetófono, la casete compacta, el discman y los reproductores mp3.

Durante el recorrido, los visitantes podrán descubrir los grandes avances tecnológicos en el registro y reproducción musical desde mediados del siglo XIX hasta ahora y cómo estos cambiaron la manera de crear, de escuchar, de sentir y de compartir la música.

Un repaso histórico

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Exposición "1,2,3 Grabando!"

Todo comenzó en 1857, cuando el tipógrafo parisino Édouard-Léon Scott de Martinville fabricó un aparato, al que llamó fonoautógrafo, que permitía registrar las ondas sonoras sobre papel ahumado. Sin embargo, no reproducía el sonido grabado. Ese hito llegó de la mano de Thomas Alba Edison en noviembre de 1877. El fonógrafo transformaría por completo la forma de crear y de experimentar la música.

Emile Berliner, ingeniero de origen alemán, iba a dar el paso definitivo hacia una nueva era del sonido al patentar en 1887 el gramófono. Pero no sería hasta 1925 cuando la revolución sonora sería una realidad. La implementación eléctrica de los gramófonos y las mejoras en los micrófonos supusieron una transformación del viejo mundo musical en todos los niveles.

Los adelantos técnicos se van sucediendo a lo largo de la exposición: el tocadiscos o tornamesa, el casete compacto, el Walkman de Sony o el Discman.

Y ahora, ¿qué?

La comisaria de la exposición Cristina Zúñiga, que ha trabajado en este proyecto durante más de dos años, cree que el futuro es muy alentador con los Home Studios y programas como Spotify o Youtube: "Rompen con los viejos modelos, ahora los músicos pueden hacer directamente sus productos, no están sujetos a la tiranía de antes".

El periodista musical Diego A. Manrique incide en la influencia de la industria musical a la hora de modificar los hábitos: "Ahora llevamos MP3, que tiene una calidad infinitamente peor a los CDs y éstos hay que esconderlos porque nos hacen sentir vergüenza. Y mientras, te intentan vender las maravillas del vinilos, que son bastante relativas".

Es muy habitual escuchar a nostálgicos decir que "como el vinilo no suena nada". Este descontento con los avances no es nada nuevo. Paco Trinidad, productor musical, apunta que siempre ha habido nostálgicos: "El gramófono sonaba bien y cuando se añadió electricidad comenzaron a sonar las quejas de que el sonido era chispeante. No gustaba".

La exposición podrá visitarse en el Espacio Fundación Telefónica desde el 21 de octubre hasta el 22 de enero de 2017.

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