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Cómo nos gustaría que hubiera acabado 'Mad Men'

Los fans de Mad Men en Libertad Digital y esRadio comentan su final soñado para las (des)venturas de Don Draper. ¡Cuidado! spoilers.

Los fans de Mad Men en Libertad Digital y esRadio comentan su final soñado para las (des)venturas de Don Draper. ¡Cuidado! spoilers.
Los protagonistas de Mad Men

Federico Jiménez Losantos (director de Es la mañana de Federico)

Siempre he imaginado –e imaginaré- el final de Mad men con el suicidio de Don Draper, merecido por su egoísmo y diseñado por lo autodestructivo de su personaje. Como al comienzo de cada capítulo, debería saltar desde el rascacielos de la Vª Avenida. Pero si ese final es demasiado obvio, imagino este otro: Don asiste al funeral de Betty, con sus hijos, colegas de trabajo y algunos muertos, como le suele pasar en muchas ocasiones. De pronto, él ya no está viendo el féretro desde arriba, sino que desaparece, se supone que en el propio ataúd, y se ve a sus hijos y compañeros asistiendo a su entierro. Están todos, incluida Betty, pero falta Peggy: adivínese por qué.

Andrés Arconada (director de Es Cine y crítico en Libertad Digital)

A mi no me gusta el final de Mad Men. Sobre todo, el desenlace que se da al personaje de Don Draper. Creo que los guionistas y, especialmente los productores, no se han atrevido a dar el paso para que la caída libre que anuncia su personaje se haya llevado hasta el final. Es decir, su desaparición total. Pero las mujeres y la audiencia no se lo hubieran perdonado nunca. A mi me parece cobarde e incluso bastante idílico.

Isabel González (subdirectora de Es la mañana de Federico)

Antes de sugerir un posible final alternativo de Mad Men, me gustaría explicar por qué el que ha ideado Matthew Weiner me parece perfecto: porque después de seis temporadas dibujando a un Don Draper egoísta y egocéntrico y de haber tratado de redimirlo durante la séptima, en el último capítulo el personaje encarnado por Jon Hamm regresa a sus orígenes. Vuelve a perfilarse como el hombre que elige el trabajo por encima de todo, al que no le importa dejar sola a una de las mujeres de su vida en su lecho de muerte (brutal ese momento en que la llama "birdie", "pajarito") y que no tiene ningún problema de conciencia dejando a sus hijos al cuidado de cualquiera.

De ahí que el final alternativo que sugiero para Mad Men "castigue" a Don poniendo sus pies en la tierra: ejerciendo de padre, por fin, cuidando de sus tres retoños, impidiendo que su primogénita Sally se convierta en lo mismo que fue su madre (la magistral Betty encarnada por January Jones): un ama de casa frustrada, una "burguesa viciosa", tal y como Draper llega a definirla en un momento de la serie. Da igual el escenario: podría ser una casa unifamiliar sacada de un cuadro de Edward Hopper o un apartamento con vistas al mar. Pero algo parecido a un hogar. Claro que entonces habríamos asistido a algo más parecido a "Good Men" que a "Mad Men".

Rosa Belmonte (ABC, colaboradora de Es la mañana de Federico)

Que Peggy encuentre el amor y Don encuentre una idea me parecería el peor final si pensara en términos de cansino sexismo. Pero es verdad que habría preferido que Peggy hubiera encontrado la idea de El ANUNCIO y Don el amor (con un barbudo). Por lo demás, nunca me ha preocupado cómo acabaran, mientras todos acabaran en el último capítulo. ¿A quién le importa Megan? La loca de su madre es mejor. Y se le entiende menos. ¿A quién le importa lo de Betty si la serie se acaba y todos van a desaparecer de nuestras vidas? Por lo menos no va a hacer un cadáver como esos que salen en el último capítulo de ‘A dos metros bajo tierra’, donde parece que unas han ido a la peluquería de Moisés y otras a la de Gandalf. Cuando era pequeña me imaginaba cosas que podían pasar en las series. Yo misma me imaginaba dentro de las series. Ya no. Ahora miro pasmada a otros adultos entregados a imaginar finales de series. A mí que me lo den hecho.

Mercedes Rodríguez (redactora jefe de Libertad Digital)

Tras unos años conociendo a Don Draper, creo que lo que más le podría doler, más que otra desilusión sentimental, sería su ruina profesional. Así que mi final ideal para Mad Men siempre ha sido el de su triunfo definitivo como publicista, quizás presidiendo su propia empresa, brillando como nunca, luciendo trajes aun más caros y disponiendo de tres o cuatro botellas de whisky en el mueble bar de algún enorme despacho. Un happy end al uso siempre lo he visto imposible siendo él el protagonista. Y mejor así: Draper, con una vida cien por cien feliz, ya no sería el mismo.

Juanma González (Chic)

Siempre pensé que Mad Men acabaría con una nueva huida de Don Draper, no con su muerte. Además, veo a Don como un ser humano completo que vive una vida equivocada (para la cual resulta misteriosamente adecuado) y por eso, aparte de envidiarle por su flow, desear tener su voz y subir las cejas como él, no le puedo desear nada malo. De modo que mi final ideal es muy parecido al orquestado finalmente por Matthew Weiner y su equipo de guionistas... lo que supongo que me convierte en un genio como él o más bien en un tipo sumamente conformista. Oops.

En su huida hacia ninguna parte en busca de sí mismo Don se va "desnudando" de todo lo que le hace ser él. Progresivamente liberado de las personas que le convertían en Dick Withman y Don Draper (todas ellas mujeres: vamos a interpretar su compañía SC&P como una de ellas) el protagonista adoptaría una nueva identidad que nunca conoceríamos y viviría cual ermitaño en algún lugar muy, muy lejano de EEUU. Porque eso es lo que deseo ser yo: tener un establo donde reparar mi Ford Bronco y que me queden bien los petos vaqueros. Como ven, se parece un poco al final que hemos visto... hasta que los últimos treinta segundos Weiner le da su toque final y lo impulsa todo hacia el infinito.

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