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'Águila Roja', la serie española "ilegal" que triunfa en Irán

Las aventuras Gonzalo de Montalvo se emiten vía satélite desde Turquía y su recepción, a pesar de estar prohibida, es masiva.

Las aventuras Gonzalo de Montalvo se emiten vía satélite desde Turquía y su recepción, a pesar de estar prohibida, es masiva.
'Aguila Roja' | TVE

Águila Roja, la serie de televisión española, está disfrutando de un inesperado e ilegal éxito entre el público iraní, fascinado por un programa que llega a la República Islámica a través de canales oficialmente prohibidos y que le sorprende por el tratamiento irreverente que da a la religión.

Las aventuras y desventuras de Gonzalo de Montalvo y su fiel criado Sátur en la España del siglo XVII se han abierto paso en el país a través de un canal que emite vía satélite en lengua iraní desde Turquía, cuya recepción, a pesar de estar prohibida, es masiva entre una población ávida de entretenimientos más allá de los encorsetados seriales y programas autorizados por el régimen.

Tal es así que entre los escolares iraníes, la coletilla "¡Ay, Dios!", empleada por el humilde y pícaro Sátur, el personaje favorito del público, se emplea ahora con asiduidad para expresar cualquier contrariedad, en un guiño de complicidad entre los muchos seguidores de una serie que teóricamente no se puede ver.

Además, está la fascinación por los paisajes, la música y la cultura de España que existe en el país y que se extiende tanto al pasado histórico representado en la serie como al día de hoy.

Según los espectadores consultados por Efe, el espíritu de la serie refleja "una excelente y clara descripción del punto a donde puede llegar la religión cuando se junta con el poder, que en caso de esta serie es la religión católica".

Otros aficionados destacaron su gusto por los personajes, como "Gonzalo, símbolo de humildad, Margarita, símbolo de paz, Alonso, que es la inocencia, y Lucrecia, una oportunista".

En la República Islámica de Irán está prohibido el satélite y es ilegal, si bien la gran mayoría de la gente ignora esa prohibición y los discos para el satélite se observan con total normalidad en casi todos los edificios del país.

Los programas de la televisión iraní se hacen respetando los estrictos códigos morales del país, lo que excluye cualquier contenido de temas sexuales, religiosos y, en parte, políticos.

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