Menú

¿Por qué los grandes directores de cine se pasan a la televisión?

3

No sólo los grandes actores de Hollywood están regresando a la TV. A medida que las películas de Hollywood se infantilizan, muchos directores que se resisten a entrar en esa dinámica están encontrando la oportunidad de plasmar sus proyectos en la televisión, y especialmente, en la tele por cable. Es habitual que los directores de TV acaben dirigiendo cine ocasionalmente, pero de lo que les vamos a hablar hoy es de la otra vía, de grandes autores contemporáneos que ven en la televisión la oportunidad de desarrollar nuevos argumentos.

En realidad no es algo completamente nuevo, sólo hay que recordar a David Lynch y la mítica Twin Peaks en los noventa. La búsqueda del asesino de Laura Palmer convirtiéndose en uno de los hitos de la carrera del director.

Otros artesanos caídos en el olvido han conseguido reivindicar su valía en la pequeña pantalla. Es el caso de Michael Apted (Gorilas en la niebla), vinculado al que todavía se considera el paradigma de las series históricas, la celebradísima Roma. Walter Hill, uno de los mejores hacedores de thrillers urbanos de pasadas décadas (Límite: 48 horas, The Warriors), encontró en el mundo Deadwood el perfecto reflejo de sus películas de testosterona. El europeo Barbet Schroeder, que hace dos décadas se introdujo en la industria con Mujer blanca soltera busca, era perfecto para comprender la avariciosa mecánica de las tramas de Mad Men.

No obstante, existen otros nombres mucho más rotundos cuyos nombres han avalado todo tipo de producciones televisivas.

El primero de la lista sería, sin duda, Jeffrey Jacob Abrams (llamémosle J.J.), guionista de Armageddon o A propósito de Henry, que en la TV desarrolló Felicity y Alias, hasta llegar a Perdidos. En ese momento le esperaba su salto a la dirección cinematográfica con Misión Imposible 3, Super 8 y la fenomenal actualización de Star Trek. Abrams, centrado en su carrera en la gran pantalla, sigue desarrollando multitud de series de su factoría, por mucho que las de este año, con Alcatraz al frente, parezcan confeccionadas por asalariados suyos.

El principal maestro de Abrams es Steven Spielberg, que comenzó su dilatada trayectoria en la tele, dirigiendo episodios de Colombo. El diablo sobre ruedas, que fue su primer largometraje estrenado en cines, era originariamente un telefilme cuyo metraje se dilató con más escenas para su proyección. Una vez su trayectoria estaba encarrilada, el de Ohio produjo múltiples series de televisión, como la famosa Cuentos asombrosos (menos éxitosa de lo que parece), o esas recuperaciones del legado animado de Chuck Jones para Warner Bros, Animaniacs y Tiny Toon.

Recientemente, auspició junto a su amigo Tom Hanks las series bélicas Band of brothers y The Pacific. Ni la HBO se escapa de sus garras: además de las anteriores, la cancelada The United States of Tara, con Toni Collette interpretando a una madre con múltiples personalidades, también era de producción suya. Actualmente tiene en cartera Falling Skies y la recientemente cancelada –y costosísima- Terranova, que no ha superado su primera temporada.

Martin Scorsese desarrolló Boardwalk Empire y además de producirla, se ha puesto tras la cámara en un par de capítulos. El realizador de La invención de Hugo, que a punto estuvo de ganar el Oscar a la mejor película si no se le hubiera cruzado The Artist, puede presumir de haberse apuntado uno de los tantos más indiscutibles de su carrera con su aventura televisiva con una serie que traslada a la perfección sus lugares, obsesiones y temas..

A Michael Mann le tenemos la pista un tanto perdida últimamente, pero el director de Heat, Collateral, o Enemigos Públicos es uno de los grandes autores del thriller contemporáneo. Pues bien, Mann también comenzó sus pasos en la televisión. Recordemos Starsky y Hutch o, sobre todo, Corrupción en Miami, que llevaba su firma tras la potente melodía de sus títulos de crédito. Su último trabajo es Luck, con Dustin Hoffman, sobre el mundo de las apuestas equinas. Su prematura cancelación huele a título de culto.

James Cameron ha tenido menos suerte, al menos comparado con su trayectoria cinematográfica. Su mayor aportación vino con la serie de ciencia ficción Dark Angel, con la sensual Jessica Alba interpretando a una de las habituales heroínas femeninas de su director. Ahora, embarcado en su cruzada personal para introducir el formato tridimensional hasta en la sopa, y también en las secuelas de Avatar (ha prometido tres películas más) quién sabe dónde quedarán sus ideas y proyectos.

Ridley Scott (Blade Runner y la inminente Prometheus) y su hermano Tony Scott, a través de su productora Scott Free, han adaptado el primer largometraje de Tony, El ansia, al formato miniserie. Otra en ese formato y con una cuidadosa reproducción de época fue Los pilares de la tierra, que pasó con menos gloria que la novela por las pantallas españolas. La serie de misterio procedimental Numbers, que a lo tonto se anotó cinco temporadas, y el drama de CBS con Julianna Margulies The Good Wife (su mayor éxito) también son de su factoría.

Neil Jordan ha cultivado géneros más exquisitos. Los Borgia, protagonizada por Jeremy Irons para Showtime, es una crónica oscura, cínica y descarnada de las poco renacentistas pasiones de esta familia de pecadores metida en el papado.

Alexander Payne, autor de Los descendientes, Entre copas y A propósito de Schmidt, dirigió el capítulo piloto de Hung (Superdotado), recientemente cancelada por HBO y de la que era productor ejecutivo. Al fin y al cabo, la historia de un entrenador de baloncesto juvenil metido a prostituto (Thomas Jane) encaja perfectamente con el gusto por la comedia dramática y los personajes en plena crisis de Payne.

Otros realizadores han visto la oportunidad de su vida al abrirse la televisión a géneros que hasta ahora le estaban vedados, como por ejemplo, el terror.

Es el caso del siempre infravalorado guionista y director de drama y fantasía Frank Darabont (Cadena Perpetua, La niebla), responsable de adaptar el cómic The Walking Dead, de Robert Kirkman, y que fue despedido en la segunda temporada por restricciones de calendario y presupuestarias. La serie, desde luego, ha sufrido su ausencia. Darabont, no obstante, ya había hecho sus pinitos en la TV con algunos guiones para Las aventuras del joven Indiana Jones, para el ínclito George Lucas.

El argentino Juan José Campanella, ganador de un merecido Oscar por El Secreto de sus ojos, comenzó en la televisión americana en diversas series como Ley y Orden. Dirigió incluso al doctor House. También desarrolló la serie Vientos de agua, que fue cancelada en España por Telecinco, pero que en el resto del mundo latino tuvo mejor aceptación. Campanella optó por dirigir capítulos de televisión a la hora de abrirse camino en Estados Unidos.

No podemos acabar un post en este blog sin nombrar, de una manera u otra, a The Wire de David Simon. La polaca Agnieszka Holland ha dirigido episodios para esta serie, a razón de uno por temporada a parter de la tercera, así como la popular The Killing. La experiencia ha sido tan positiva que Holland ha continuado ligada a la HBO con series como Treme.

Herramientas

3
comentarios
1 Jorge Fleites, día

Dos pequeños errores: The Good Wife se muestra en CBS, no HBO; Thomas Jane hace el papel de un entrenador de beisbol juvenil, no baloncesto, en la serie Hung.

2 Ulisesgj, día

Poco que comentar al respecto de este artículo, quizás el que gracias a esa libertad que algunas cadenas ofrecen en los contenidos, directores y guionistas, no nos olvidemos de ellos, de prestigio, han desembarcado en la TV y nos brindan cada año un puñado de series estupendas con las que podemos disfrutar.

3 alberto, día

muy interesante el articulo, solo un detalle cuando dices "fue cancelada en España por Telecinco, pero que en el resto del mundo latino tuvo mejor aceptación" , creo que deberia decir "fue cancelada en España por Telecinco, pero que en el resto del mundo HISPANO tuvo mejor aceptación", la sabes latinoamerica termino inventado por los franceses para fastidiarnos..