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¡Socorro: odio al protagonista de la serie!

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Odiar a los personajes de las series es uno de mis deportes favoritos. Es como una adicción: verles cada semana, chirriar los dientes y ponerme del hígado cada vez que aparecen en pantalla. Repartir odio y revolverme en el sillón de pura inquina es todo uno.

Costumbres a parte, todo seriéfilo tiene bien desarrollado el músculo de odiar personajes, – también el de adorarlos, pero esa es otra historia- . De hecho, me atrevo a decir que se trata de uno de los ingredientes fundamentales que acompañan al visionado de series, consistente en crear una red de afectos y desafectos con los seres que componen el microuniverso de cada producción. Que sí, que alegrarte de que a tu preferido le salgan las cosas bien está estupendo, pero es igualmente gratificante dar palmitas histéricas cuando la trama consigue que el detestable de turno se lleve un buen revés.

Pero el odio -al menos el mío- también entiende de niveles. O de motivos. Porque, a grandes rasgos, servidora establece dos grupos: los personajes concebidos para ser odiados, y los que cuya construcción es tan catastrófica que sólo puedes ‘acabar odiando’. Los primeros me gustan, pero de los segundos no puedo decir lo mismo.

Los odiables. Al primer grupo pertenecerían todos esos sujetos que los guionistas han alumbrado para ser detestados, esos seres que jamás querríamos tener a nuestro lado si existieran de verdad. Pueden ser mezquinos, zafios o pérfidos, pero son verosímiles. Sus personalidades pueden disgustarnos o exasperarnos, pero se trata de caracteres bien conseguidos que no dejan de ser un reflejo de individuos que pululan entre nosotros. Aquí, los odios los determinan las filias y fobias personales. Valga como ejemplo personal el Ziggy Sobotka de The Wire, al que tenía ganas de abofetear cada segundo por su desbordante estupidez. Pero me lo creía.

Los odiosos. Los que acabas odiando ya son otra cosa, porque generalmente nadie ha querido que les odies. Es más, son esos a los que el guión suele entregar mejores frases, las hazañas más valerosas, o los sacrificios más aplaudibles. Los guionistas nos han creado un ser tan artificialmente admirable que no tenemos más remedio que aborrecerle. Todo en ellos es fallido: allí donde debían conmovernos nos aburren, donde debían enternecernos nos empalagan, y donde deberían tensionarnos nos aburren. Están tan mal ‘diseñados’ que su nota predominante es la incoherencia.

Los primeros no me molestan: me gustan, porque suponen entrar al juego que te plantea la serie, dejarte imbuir por sus personalidades. El problema, son los segundos. Por eso, y a modo de exorcismo, aquí os planteo mi top ten de protagonistas odiados, por acotar de algún modo. Porque necesitaría una sección propia para señalar a todos los secundarios detestables con los que he compartido noches frente a la pantalla; y porque detestar al prota tiene un plus de peligrosidad: el abandono de la serie.

1. Jack Shepard (Perdidos). Ningún otro encabezaría mi lista. El médico molón de la isla itinerante ha sido de lo más cansino que ha pasado por el universo televisivo en décadas. Su complejo de salvador de la humanidad, combinado con su instinto de machito alfa venido a más, consiguió que rezara para que le sobreviniera un corte de digestión en mitad del Pacífico. Pero con sangre. Me aburrían sus dudas, sus intentos de redención me traían sin cuidado y su presunto ‘lado oscuro’ era para echarse a llorar. Capítulo aparte merecería su ridícula relación con su insoportable partenaire Kate, la única que consiguió igualar mis cotas de odio dentro de Lost.

Lo peor de Jack, es que ese modelo de líder que nos agota con soliloquios sobre lo moralmente correcto ha creado escuela. Más adelante lo vemos.

2. Skyler White (Breaking Bad). Durante las primeras temporadas, la señora White ocupó un lugar preferente en mi lista de los odiables, que no de los odiosos. Estaba concebida para molestar, y vaya si lo hacía. La señora Moralidad me exasperaba con su sola presencia, con sus juicios de remilgada amargada -y amargante- y su continua mueca de desaprobación. Sabía que la Rottenmeier del hogar infeliz era fundamental para la trama, pero sólo podía desear que se fuera a dar a luz a otro continente y jamás volviera. Hasta que el progresivo oscurecimiento de su personaje ha conseguido situarme casi en el extremo contrario: Sky, ahora molas. Conforme iba avanzando la trama y ella engordaba -fenómeno digno de comentar- su transformación en la víbora pérfida e igualmente corrupta logró que tuviera un motivo más para descubrirme ante los guionistas de Breaking Bad. ¡Por fin un personaje femenino con algo de chicha! (en todos los sentidos).

3. Carrie Bradshaw (Sexo en Nueva York). Confío en que más allá de la preaadolescencia, nadie en su sano juicio le procure estima a esta supuesta escritora hiperfashion y superguay. La construcción de su imposible personaje merecería una tesis doctoral, pero baste con decir que jamás debería permitirse que nadie produzca la serie, se escriba sus propios guiones y protagonice la serie. Mucho menos si esa es Sarah Jessica Parker. Los momentos divertidos que nos proporcionaron los inicios de la producción pasaron a mejor vida en cuanto la rubia tomó las riendas; que acabó convirtiendo algo prometedor en un folletín pretencioso y petardísimo. Todo en ella era insoportable: sus gestitos, sus soporíferas tabarras sobre el amor, su pretendida profundidad, sus chorradas. Ella era una chorrada en sí misma. De hecho ese podría ser el único mérito que le reconociera a Bradshaw: haber elevado la chorrada a la categoría de lo sublime. Eso, y haber conseguido que felices jovencitas citen Sexo en Nueva York como paradigma del feminismo cool; a pesar de haber perpetrado uno de los panfletos machistas –mejor rodados, eso sí- de la historia.

4. Ted Mosby (Cómo conocí a vuestra madre). El campeón de los pelmas. Supongo que los guionistas quisieron explotar el rol de protagonista simpaticón y entrañable, pero lo que les ha salido es un coñazo irritante y estomagante. Su etapa como looser del amor estaba diseñada para ser temporal, hasta que encontrara a la maldita chica del paraguas amarillo, pero lo suyo se ha convertido en algo congénito. El problema es que tiene equivocadas las prioridades: lo que busca no es el amor de su vida, es resucitar en una obra de Corín Tellado. Cargante es poco, amigos. La duda es si antes de que termine de meter en la cama a medio Nueva York, alguno de sus próceres acabará con su sufrimiento encajándole un tiro entre las cejas. Y con el nuestro, de paso. Ted, eres un coñazo.

5. Sarah Linden (The Killing). Una cosa es que trates de crear un protagonista árido y antipático, con un punto oscuro y la sequedad por bandera… y otra es que te salga una avinagrada que sólo transmite angustia vital. Una rancia pasada de rosca. Habrá pasado todos los traumas del mundo y uno más, pero ni un síndrome de Asperger ni una sociopatía mal curada justifica que tengan que chirriarme los dientes en cada una de sus escenas. A veces pienso que si la reina de la sosez se soltara esa coleta del siglo pasado, se fumara por fin un cigarro, o se diera una alegría al cuerpo todo sería un poco más llevadero. Pero no parece que vayan a ir por ahí los tiros. Una sesión de risoterapia para Linden, por favor.

6. Rick Grimes (The Walking Dead). Y aquí llega la copia barata de Jack Shepard. Cambiamos isla misteriosa por Apocalipsis zombie y ¡voilá! ya tiene usted su súper hombre dispuesto a salvar a la humanidad y a todo lo que se ponga por delante. Rick es el as del buenismo ilustrado, de lo moral y lo correcto, el líder nato que resulta cansino y agotador a partes iguales. Entérate: cuando tu vida está permanentemente amenazada por seres nada dialogantes, de lo que menos ganas tenemos es de una charleta sobre el abismo humano. Gandhi ya hubo uno. Aunque en el fondo, es comprensible cierto desequilibrio, sobre todo teniendo en cuenta que estás casado con una escuálida caprichosa con edad mental de quince años. Otra copia barata de Kate (Lost), una plasta redomada a la que ni doscientos millones de zombies le han quitado el complejo de perpetua adolescencia del que hace gala. Zombis, hacédnos un favor y zamparos a semejante coñazo, aunque tenca poco donde hincar el diente. Confiemos en que Rick dé verdaderamente el cambio que apunta al final de la segunda temporada.

7. Meredith Grey (Anatomía de Grey). La doctora Grey es otra de mis fobias más acusadas. De la escuela de la Bradshaw, Meredith vive por y para estar insatisfecha con el mundo. Y si no tiene dramas, pues ya los provocará, porque lo que no puede ser es que pase un día sin que se sienta profundamente desgraciada. Pesada, caprichosa, inmadura y bastante petarda: así es la protagonista de este culebrón tan bien rodado, y aún nos quedamos cortos. Abandoné la serie, así que desconozco si su personaje ha evolucionado algo saliendo del parvulario sentimental, o ha logrado superar sus altas cuotas de estupidez. La verdad, me trae sin cuidado. Su vocecita melosa aún repiquetea en mi cabeza, rememorando aquellas absurdas reflexiones en voz en off que me daban ganas de retirarme a escribir manuales de autoayuda.

8. Vivien Harmon (American Horror Story). Si, de acuerdo, Vivien (o más bien su intérprete Connie Briton) es toda una diva. Pero en American Horror Story su divismo es bastante recalcitrante, porque se sustenta en traumas manidos sacados de un telefilme cualquiera. Aunque reconozco que nos proporcionó momentos ciertamente memorables, la mayor parte del tiempo la señora Harmon se lo pasa amargada y amargándonos. Perdonavidas profesional, que llaman. No es que su marido infiel, su hija insoportablemente adolescente, sus bebés diabólicos o su amante muerto la desquiciasen: es que ya venía trastornada de base. ¡Cuánto lloriqueo!. Supongo que si su personaje se hubiera centrado en hacer sufrir un poco más, en lugar de sufrir tanto, habría conseguido enamorarme. Pero para eso ya estaba Jessica Lange.

9. Sookie Stackhouse (True Blood). Sosawoman, que la llaman en su pueblo. Pocos personajes han resultado tan insoportables desde el primer minuto como el Sookie. Por Dios, me empalago toda sólo de recordarla. Su única neurona ni siquiera es capaz de ser coherente, lo que nos deja una pavisosa de primer nivel, que tiene una inteligencia de un champiñón. Y no me digan que es candidez. Sus caras de boba mirando al cielo, y su ratonil vocecilla -¿problemas de dicción?- sólo contribuyen aumentar el odio hacia una tipa que difícilmente podría provocar un empacho mayor con su cansina melosidad. Y aún así, van y la nominan a mejor actriz dramática. De verdad que yo no entiendo nada.

10. Jack Bauer (24). Asumo que mi sentir es minoritario, y que me van a llover con esto, pero lo diré: Jack Bauer me agota. Aún a riesgo de que mi compañero Juanma González me retire la palabra, diré que no me gusta el personaje que durante años interpretó Kiefer Sutherland en 24. Y soy plenamente consciente de que mi problema es que no me gusta el propio Sutherland, pero una a veces no controla sus fobias. El rollito de prohombre me aburre infinitamente, aunque sea mucho el tino con el que le han construido. Le reconozco haber modernizado el mito de Chuck Norris, lo que ya le han hecho notar los numerosos fans de la serie.  Eso sí, si me preguntaran por el actor perfecto para tomar un molde y fabricar geyperman, les daría su nombre.

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comentarios
1 Flip, día

Bárbara Me ha encantado el post, la verdad. Y eso que hay series que no sigo, pero me lo puedo imaginar... Siento decírtelo, pero soy un gran fan de Jack Bauer y de 24, aunque no tanto del bueno de Keifer. Te agradezco también de antemano que no intentaras hacer una lista parecida con series españolas (o más bien sus personajes). Sería interminable; para ti escribirla y para nosotros leerla.

2 felipón, día

A mí me pasa al revés con Jack Bauer: ha conseguido que deje de odiar a Kiefer Sutherland, una de las presencias más desagradables y garantizadoras de truño en el cine de los 90, solo o en compañía del repugnante Lou Diamond Philips, para el que no hay salvación posible. Jack Bauer el torturador es la cuña en la corrección política que se había adueñado de las series y películas de acción. Y todo por culpa de los malos, él sólo quería pasar 24 horas tranquilo con su mujer y su hija (otra a la que la fama ha cebado bien). Sarah J.Parker no sólo consiguió que no quisiera ver ni medio episodio de Sexo en Nueva York, es que casi consigue que no quiera visitar esa maravillosa ciudad a la que volveré pronto. Nada que ver sus fantásticos y amabilísimos habitantes de todas las clases y colores con ese rollo súper guay de sólo voy a restaurantes en los que me pueda saltar la cola de meses.

3 Ben Grimm, día

Mejor no digo nada, cojo sitio tranquilamente y me siento a ver como te zurran los demás... ;)

4 Eleonor Parker, día

Soy tan vieja que casi diría que lo más odioso de la televisón en mi recuerdo es Lorenzo Lamas en el papel de rebelde heredero que practica artes marciales con el mallordomo (no,no es verdad , no es odioso , es ridículamente divertido ). De la lista antecedente odio a Sraritísima Jessi P. ,por cursi y por ir de guapa siendo pelín fea . De la casi incomprensible (para mi) American Horror story odio a Vivien Harmon por sufrir de hostigamientos, desdichas y tormentosas experiencias de ultratumba sin despeinarse ni desmaquillarse (Lange también en esa linea). Chanquete no ha muerto , lo sé de buena tinta.

5 Shefanhow, día

Pues mira, lo de la Dra. Grey estoy totalmente de acuerdo...¡Que cansina era! En cuanto al primero de la lista...En fin, creo que todos estamos de acuerdo en que en Perdidos el que era el puto amo era Sawyer, junto a Locke y Ben Linus. Por otra parte, el personaje de Rick Grimes...en fin. Mientras que en el cómic es uno de los personajes más complejos y jodidos, en la serie de TV lo han descafeinado hasta tal punto, que se lo han cargado. En fin, una lástima! Quizás con el que no estoy tan de acuerdo es con Ted. Sí, es cargante, moralizante y muy pedante, pero es que el pobre es así ¡Y así le va! Por supuesto, sin duda el mejor de la serie es Barney...."Suit up!". Un saludete!

6 ochocar, día

Muy gracioso. Añado un personaje: no aguanto a la mujer de Don Draper en Mad Men. ¡Qué tía más insoportable! Creo que todos los problemas del mundo nacen de tener una madre o esposa como esa. Seguro que Bin Laden tuvo una así. O 7, no sé... Lo que no te perdono es lo de Kate (de Perdidos). ¡Mi Kate! ¡Tsk, tsk! ¡Muy mal, muy mal! Bárbara: lo único que nos separa de las bestias es el respeto por las cosas sagradas. Y Kate lo era. Perdón por el chiste malo, pero ya estarás acostumbrada: eso que has dicho de Mi Kate es una Barbaridad. Jej.

7 El dueño del muñeco de Obama, día

Barbarita, Barbarita... no sé cómo le tienes tanta manía al bueno de Rick Grimes. No es más que un hombre atormentado que se encuentran ante el final del mundo que ha conocido acompañado por un mujer histérica y estúpida y un hijo sencillamente inaguantable. Lo malo es que todavía no está preparado para hacer lo que debe hacer, es decir, meterle un tiro a ambos y montarse un trío con la rubiaca cachondona y la chatina que se tira al chino.

8 Alvaroasi, día

¡Claro! por eso siempre parece que le faltan dos o tres cafés dobles.

9 Ramonet, día

Lo siento mucho, pero ya lo sabías. Estoy bastante de acuerdo con todo, excepto con Jack Bauer/Kiefer Sutherland. La serie es para mi la gran obra maestra de la televisión de los últimos tiempos. Ritmo, tensión, mundo oscuro, complots, política sucia y lo peor de la condición humana: realidad pura. Y el personaje de Jack Bauer en un pedestal, oiga. Tengo toda la serie en DVD y la he visto varias veces y en versión original, y debo decir que Sutherland es un gran actor. Hay muchas escenas que son pura emotividad. Y de Norris nada de nada, casi todo en su vida han sido desgracias y lo paga todo muy caro.

10 Yo, día

Jack Bauer es el más grande. Tras verlo en esa lista, ya se desacredita por si sola.

11 Jesus, día

La verdad es que como bien ha dicho intentan hacerlos taaaaan perfectos que nos resultan incomprensibles, realmente en el caso de que... nos encontrasemos aislados en una isla... tuvieramos un apocalipsis zombie, o este intentando conocer a su .... madre, seguimos siendo humanos y tenemos dudas y malos dias, con lo cual si no vemos una debilidad en alguien nos deja fuera de juego.

12 Juan, día

No eres la única que odia a Jack Bauer.

13 Ignacio, día

Estoy muy de acuerdo con el segundo puesto. Skyler White, que tía más pesada! Es cierto que dejé de ver la serie antes de que diera a luz y tampoco sé como ha evolucionado su personaje. En la primera y segunda temporada es un horror de mujer. Está enfadada, disgustada todo el tiempo. El hijo tampoco está dentro de mis preferidos!! Q le dejen vivir al prota ( que ahora no recuerdo su nombre..) :( Muy divertido post PD: este post me ha hecho volver a tener ganas de ver la serie para ver que le ocurre a Skyler.

14 .EL ALEPH., día

Para mí, la másss odiada -por lo siglos de los siglos- fue Ángela Chaning en "Falcon Crest". ¡Cualquier otro protagonista ha sido menos horripilante que ella!

15 Fran, día

Bueno yo añado dos mas que son insoportables, el primero es: Horatio de CSI Miami. Con este no puedo de verdad me supera y el otro es el padre de Dexter de susodicha serie este me rio cada vez que sale pero es un pelmazo

16 Bárbara Ayuso, día

Ah, ¿pero es que en España se ruedan series? No tenía noticia ;)

17 Bárbara Ayuso, día

De acuerdo con Alvaroasi21... ¡Un par de cafés le daba yo!

18 Bárbara Ayuso, día

¿Mamá? ;)

19 Gabriel, día

Hasta tu odiado numero 9 estaba más o menos de acuerdo, pero incluir en esta lista a Jack Bauer...eso no tiene nombre. ¿Acaso has visto la serie al completo para juzgarlo de esa manera? Yo lloré en el último capitulo, lloré!

20 Esteban, día

Sí que sería interminable. Nunca soporté lo más mínimo a ninguno de los personajes de "Los Serrano", ¡me parecían todos absurdos! Ya ni comentemos del resto de series españolas...

21 Aurora Pimentel, día

Yo he acabado por pensar que Sexo en Nueva York está patrocinado realmente por los neocons, no he visto una petarda igual... y no entiendo cómo es posible la fascinación con la tipa y sus compinches. En cuanto a Meredith lo mismo. Las revistas femeninas y el Cosmo en particular junto a los libros de autoayuda han hecho mucho daño a los buenos guiones y a algunos personajes femeninos que son una pesadez. Claro que si ves las series españolas te caes de espaldas, ellas super guays y sabias, ellos tontos de remate de tan brutos o tan simples, de verdad... ¿hay vida después del feminismo pasado por la visa y la autoayuda y la solidaridad y toda la retahila a la que nos tienen acostumbrados?

22 silk, día

Debo añadir un nombre especialmente odioso en esa especie de Alias descafeinado que es Covert Affairs. Cualquier parecido de la sosaina pequeñaja de Annie Walker (Piper Parabo) con Jennifer Garner es pura coincidencia

23 Kundry, día

Ah, yo no odio a Jack Bauer, todo lo contrario, y me encanta precisamente porque no para y no se detiene en consideraciones banales: si hay que hacer algo, lo hace y punto. A quien sí he odiado ha sido a tony soprano, qué tipejo tan repugnante en TODO, no tiene una sola cosa buena, hasta su pinta da asquito, uf. Claro que los únicos de la serie que no me caían mal eran Bobby Baccala y la doctora Melfi ( a pesar de sus malísimos y contraproducentes consejos ), los demás ni hablar, Carmela incluida. aunque eso no me hizo dejar la serie. En cambio sí tuve que dejar de ver "CSI Miami" porque no podía soportar a Erik Delko: personaje insoportable, arrogante, cretino, que va de listo y de guapo ( ???? yo le encuentro más feo que Picio, con esa bocaza ) y que en realidad es un hortera. Odio total y sin paliativos.

24 Raul, día

Dios, yo también odio a Jack, que tío más cansino, encima los de la isla le admiran y lo tienen como líder cuando lo único que hace es cagarla, lo odio. Sawyer le da tres mil vueltas.

25 Anonimo, día

Bueee.... Deberias dejar de ver series, si tanto odias a los protagonistas. Y el "Socorro" esta de mas, es pedir ayuda que nadie te daria. Acepto que son series, y cada uno tiene sus opiniones... Odio a rick grimes, por ejemplo. Pero a 10 protagonistas.... No esta bueno odiar,

26 Toni, día

BUFF...te olvidaste del repelente protagonista de "El Mentalista" y la megasosaburridapelmasabiondacargante niñata de su jefa. Creo que definitivamente esta pareja son mis Top 1.

27 Darla34, día

Hola, yo también odio a Sookie Stackhouse con toda el alma jaja. Al principio me cai mas o menos bien y aun lo consideraba un personaje importante en la serie pero ya a partir de la tercera temporada(desde que se descubrio que era hada) me comenzó a asquear. Va dando la apariencia de santita y buena mujer cuando es un puton que se ha tirado a medio pueblo. A parte que el personaje no aporta nada a la serie y se hace empalagoso e insoportable encima es malísima actriz.

28 Alejandra, día

Gracias! Por fin alguien que coincide conmigo respecto de Jack y Kate, Carry y Sookie!!! Muy buen post!