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A 34 años de su muerte

Desvelado el secreto de la legendaria Pastora Imperio

Fue amante de Fernando de Borbón, con quien tuvo a su hija Rosario.

Fue amante de Fernando de Borbón, con quien tuvo a su hija Rosario.
Pastora Imperio y Fernando de Borbón

Treinta y cuatro años se cumplirán el próximo viernes, 13 de septiembre, de la muerte de una figura histórica: Pastora Rojas Monje (Pastora Imperio), hija de un conocido sastre de toreros y de La Macarrona, bailaora de leyenda; fue una de las grandes pioneras de la canción andaluza –aunque su fama le llegó a través de la danza- cuando todavía a ese género se le llamaba cuplé. Estrenó El amor brujo, de Falla. Y fue, en resumen, una gran artista, de gran popularidad.

Su boda con el matador de toros Rafael Gómez "El Gallo", hermano del mítico Joselito, muy comentada en su tiempo, año 1911, apenas duró un suspiro: menos de un año. No se supo, ni entonces ni en décadas posteriores, por qué se separaron. Por mucho que investigué el asunto no encontré fuentes fiables hasta que dí con un testimonio de la escritora Mercedes Fórmica, que me resultó revelador: el torero gitano maltrataba psicológicamente a su esposa, cuando entonces no se aireaban esos motivos. Era muy celoso, no la dejaba salir sola a la calle, le prohibió seguir bailando en público, y para colmo le racionaba el dinero, incluso para hacer frente a los gastos hogareños. Además, vivían en la casa familiar "de los Gallos", con la omnipresencia de "la señá Gabriela", su suegra. En tiempos en los que la mujer tenía que plegarse al dominio machista del cabeza de familia la excelsa bailaora, apoyada por los suyos, salió de estampida de aquella vivienda de la sevillana Alameda de Hércules para no ver nunca más a quien en los ruedos se le conocía como "el Divino Calvo", genial a veces y otras, abroncado por sus célebres "espantás".

Mas quedaba en la vida de Pastora otro misterio, no hace mucho desvelado: el de su maternidad. Guardó silencio hasta que se fue de este mundo el 13 de septiembre de 1979. Y sólo recientemente, nos hemos enterado de quién fue el padre de su hija, por otra parte uno de sus grandes amores, emparentado con la más rancia nobleza y aristocracia. Pues se trataba nada menos que de un primo de Alfonso XIII, de nombre Fernando de Borbón, que ostentaba el Ducado de Dúrcal.

Fernando Sebastián de Borbón y Madán, nacido en Francia en 1891. Contaba seis años menos que Pastora. Los presentó el propio Rey, el día del estreno de El amor brujo, 15 de abril de 1915. El monarca, enamoradizo, bebía los vientos por la bailaora, con quien tuvo más de un encuentro sentimental. Instó a su primo para que le tuviera al corriente de las andanzas de la artista. Sin darse cuenta de que lo llevó hasta los brazos de ella. Pero no podían casarse: él había contraído matrimonio con Leticia Bosch-Labrús y Blat, dama de la reina Victoria Eugenia, de rica familia catalana, con quien tuvo dos hijas. En ese sentido, no engañó a Pastora, quien se sentía locamente enamorada de aquel caballero bien plantado. Claro está que sus encuentros íntimos lo fueron en la clandestinidad, al parecer en un elegante piso propiedad del Rey, situado en la calle de Alcalá, junto al Casino de Madrid.

Fruto de aquellos amores, fue el nacimiento de una niña de tez blanquísima (la madre era de piel aceitunada) a la que bautizaron con el mismo nombre que la abuela materna, Rosario. El progenitor pudo conocerla a poco de venir al mundo (en contra del criterio de Pastora) y se ofreció a darle su apellido. Pero ésta se negó en redondo. Estaba pendiente, por otra parte, de obtener el divorcio del torero, que no consiguió hasta 1934. Aquellos amantes dejaron de verse. No se reencontraron hasta muchos años después, cuando Fernando estaba arruinado, muy enfermo y vivía en el madrileño hotel Bristol, en la Gran Vía. Entonces, primeros años 40 del pasado siglo, su hija Rosario pudo abrazarlo. Poco sabía de él; ni siquiera lo conocía por fotos, pues Pastora quemó cuantas tenía de Fernando, y también de Alfonso XIII, a poco de proclamarse la II República, para evitarse problemas.

Pastora Imperio hizo frente a las facturas impagadas de su antiguo amante en aquel hotel al igual que satisfizo las minutas del médico que lo atendía. Pudo despedirse de Fernando de Borbón la víspera de su fallecimiento, acaecido el 28 de marzo de 1944. Su hija Rosario (que siempre llevó los apellidos maternos) se casó con el matador de toros Rafael Vega de los Reyes (Gitanillo de Triana), con quien tuvo cinco hijos: Curro (padre de Pastora, la que fue mujer de Imanol Arias), Carmen, Pastora (excelente bailaora), Rafael y Charo (que en reciente pasado ha frecuentado los programas televisivos del corazón, contando sus cuitas con Carmen Ordóñez, Lolita y Francisco Rivera). La vida de Rosario Rojas Monje fue tranquila, pese a esos avatares antedichos. Moriría en Madrid el 20 de agosto de 2010. Buena parte de cuanto aquí he referido ha sido gracias a la lectura de "Reina del duende", historia novelada de la vida de Pastora Imperio, publicada por María Estévez con la colaboración de Héctor Dona, bisnieto de aquella sensacional mujer. Conocí a Pastora Imperio, la entrevisté varias veces y la recuerdo llena de chispeante gracia y arte, en sus movimientos, en su conversación, su amplia sonrisa y en su mirada, con aquellos bellísimos ojos color de esmeralda.

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