Un lugar que parece detenido en el tiempo, como es el ambigú del Teatro de la Zarzuela, con su papel pintado y su busto de un compungido Alfredo Kraus como testigo, ha servido de escenario para la presentación de la nueva temporada 2015-2016, cuando aún quedan por representar varios títulos de la presente.
Al micrófono se encontraban Montserrat Iglesias, directora del INAEM, y Paolo Pinamonti, director artístico de este coliseo desde 2011. Montserrat ha introducido a su compañero de mesa y ha aprovechado para denunciar, con media sonrisa, aunque nunca gozan de "las condiciones ideales para trabajar", el Teatro, y el género en particular, disfrutan de una "gran vitalidad". Algo que, si no contradice, sí matiza que solo hubiera presencia periodística por parte de los compañeros más veteranos, y que el único ordenador presente fuera aquel con el que se han escrito estas líneas.
Ya entrando de lleno en la futura programación, Pinamonti, con su español castizo plagado de italianismos y un aire al compañero Andrés Amorós, ha defendido la ampliación del repertorio habitual como forma de defender el género zarzuelístico: "Hemos querido ofrecer un ancho abanico de ofertas, desde la tonadilla a la obra contemporánea". También ha recalcado que será una temporada "rigurosamente ligada al género español", quizá haciendo caso a las numerosas críticas que afirman que en la Zarzuela se programa de todo menos zarzuela.
Una cuenta pendiente y un encargo
Los dos platos fuertes son a la vez la reivindicación de un compositor y la de una intelectual. Por un lado, Juan José, la ópera que Pablo Sorozábal estuvo a punto de estrenar en este mismo teatro y que finalmente nunca vio la luz. Se hace justicia, por lo tanto, con un autor muchas veces ninguneado, y la propuesta es del todo prometedora: José Carlos Plaza como director de escena y en lo musical Miguel Ángel Gómez Martínez, quien gozó de la confianza del compositor en su momento. La veremos en febrero.
El otro ilusionante título es María Moliner, ópera basada en la vida de la filóloga aragonesa, con música de Antoni Parera Fons –alguien que, según Pinamonti, "sabe escribir por la voz humana"- y libreto de Lucía Vilanova. Se trata de un encargo de este teatro, cuyo estreno absoluto podremos ver en abril.
La estimulante lista también incluye dos óperas del alcarreño Sebastián Durón, compositor barroco de cuya muerte se cumplirán tres siglos en 2016. Un doble programa con La guerra de los gigantes y El imposible mayor en amor, le vence amor. También se recupera Galanteos en Venecia, zarzuela poco conocida de Barbieri que será exhumada por primera vez desde 1853, fecha de su estreno.
Completan la temporada las zarzuelas típicas que siempre atraen al público: La del Soto del Parral, con el mismo montaje que ya se vio en 2010, y otro doble programa titulado ¡Cómo está Madriz!, y que incluirá La Gran Vía y El año pasado por agua. Ambas son de Chueca & Valverde y serán dirigidas por Miguel del Arco, primerizo en estas tablas. Veremos si consigue innovar en tan sobados títulos.
También ha reseñado Pinamonti la continuación del programa pedagógico, un interesante ejercicio de acercamiento de la lírica a los niños, y los diferentes acuerdos entre instituciones.
Respondiendo a un periodista, Montserrat Iglesias ha informado del presupuesto que maneja el Teatro: 5.841.000 euros, "solo en la parte artística, de un total de 9 millones". Una cifra que, según reconoce, ha crecido este año. Pinamonti, por su parte, ha matizado: "Estamos en crisis desde hace más de 400 años. Seguimos sobreviviendo".
Podéis consultar la programación 2015-2016 completa aquí.