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Apoteósis de toreo a caballo en Las Ventas con triple Puerta Grande

Las Ventas vivió una tarde histórica de rejones gracias a Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo Hernández, que, salieron a hombros.

Las Ventas vivió una tarde histórica de rejones gracias a Sergio Galán, Diego Ventura y Leonardo Hernández, que, salieron a hombros.
Histórica tarde de rejoneo en Madrid

Diego Ventura, máxima figura en el escalafón del toreo a caballo, conmemoraba hoy en Madrid los 10 años de su primera Puerta Grande en Las Ventas. Para celebrar tal efeméride, el jinete hispanoluso cuajó una actuación soberbia, posiblemente de las tardes más importantes en cuanto a la dimensión ofrecida y las emociones vividas.

Ventura llevó a cabo una faena de muchos quilates a su primero, al que recibió con la garrocha montando a "Suspiro", fijándolo de forma magistral. Con "Sueño" rozó la perfección en ceñidísimos galopes a dos pistas, llevando al toro cosido en la montura y en los cambios por los adentros.

Lo mejor de su actuación lo firmó con "Quieto" con el que protagonizó un tercio de banderillas sublime, provocando las arrancadas del toro para esperar una barbaridad, a mitad del viaje empezar a recular con el equino para acabar quebrando y clavando prácticamente en el embroque.

Enorme Ventura, una de las actuaciones más brillantes y macizas de cuántas se recuerdan en esta plaza, que remató con un gran par a dos manos y dos rosas. Todo estaba encaminado para las dos orejas hasta que la mala colocación del rejón final y la aparatosa muerte del astado lo echó todo por la borda.

Se redimió con el quinto

En el quinto de la tarde y segundo de su lote destacaron los vibrantes fueron galopes de costado con "Nazarí", así como las banderillas con "Milagro", que citando de punta a punta de la plaza fueron todo un espectáculo. También en corto quebró magníficamente bien. Con "Remate" llegaron las cabriolas y un carrusel de cortas. El público, entregadísimo.

Tiró al toro sin puntilla y se desató la euforia, tanta que confundió hasta al presidente, que sacó tres veces el pañuelo, señal de que había concedido el rabo, aunque, al final, reculó y le dio las dos orejas. Qué vergüenza que un usía de Madrid la líe tan descaradamente.

La solvencia de Galán y Hernández

Galán mostró en su primero un rejoneo clásico. Salió con "Ben Hur", con el que clavó un solo rejón de castigo a un toro mansito, sin demasiado celo y al que le costaba moverse por su excesivo peso. Con "Ojeda" y "Titán" puso banderillas de frente, arriba y reunido; y con "Artista" llegaron piruetas, dos rosas y el teléfono.

El único lunar fue el fallo al colocar un par de cortas a dos manos, que remendó enseguida con otro par de igual guisa. Entró el rejón de muerte, y primera oreja de la tarde.

Igual de puro se mostró Galán con el cuarto, toro un punto paradito al que había que llegarle mucho para ejecutar las suertes. "Amuleto" fue el encargado de recibir al astado desde la puerta de toriles, con "Trópico" clavó con precisión, aunque lo más rotundo fueron dos pares a dos manos con "Apolo" y dos farpas con "Artista". Mató otra vez bien y oreja para él para abrir la Puerta Grande.

Leonardo cortó una oreja de su primero, al que instrumentó una faena muy medida, con pasajes entonados en banderillas montando a "Amatista" y, sobre todo, "Venenoso", con el que conectó mucho con el público con las cabriolas en los cites. Subió aún más el diapasón con tres cortas "al violín" en el epílogo con "Xarope", con el que anduvo también eficaz a la hora de matar.

En el sexto estuvo igualmente Leonardo muy bien. Faena meritoria y brillante en todos los tercios, y bien rubricada en la suerte suprema. Otra oreja y tercera Puerta Grande para una histórica tarde.

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