De Bleeckere fue uno de los árbitros señalados en la rueda de prensa posterior al encuentro de ida por expulsar a Thiago Motta a los 28 minutos en las semifinales de la Champions del año pasado ante el Inter de Milán. Días después, la UEFA seleccionó al belga para dirigir el encuentro de vuelta entre los dos grandes de España.
Y, llegado el momento de la verdad, De Bleeckere ha sido decisivo. El partido transcurría por cauces normales hasta que a los tres minutos de la segunda mitad decidió anular un tanto de Higuaín por falta previa de Cristiano sobre Mascherano. El luso había sido empujado previamente por Piqué y, en su caída, tocó a Mascherano, pero el colegiado señaló falta en contra del Real Madrid. Vuelve la polémica.
El resto del arbitraje, pese a que no ha habido más situaciones polémicas, fue bastante casero, como suele suceder, por otra parte, en los partidos de Champions League. Durante el encuentro se pudo ver al capitán del Real Madrid llevándose la mano al rostro haciendo ver la cara que tenía el árbitro.
Mourinho, desde su habitación del hotel, se estaría revolviendo al ver la jugada y recordar a De Bleeckere, árbitro veterano belga, que se retira este año, y con el que el Real Madrid ha ganado sólo en una ocasión. Más leña para la teoría de la conspiración.