El serbio Novak Djokovic cada vez se acerca más al número uno del ranking de la ATP. Este año cuenta por victorias sus 39 apariciones este año y ha ganado las cuatro finales que ha disputado este año contra Rafa Nadal, la última en Roma este último domingo.
Algo ha cambiado en el serbio para dar este cambio radical de un año a otro. Desde luego calidad siempre ha tenido y se demuestra con los títulos y Grand Slam conquistados, pero ha dado el salto de calidad para superar a Federer y, sobre todo, a Rafa Nadal. Uno de las claves de este cambio se encuentra en su cabeza. Nole estaba muy acostumbrado a marcharse de los partidos sin previo aviso y perderse en discusiones con el juez de silla que le hacían perder muchos encuentros.
La otra clave la desvela La Gazzetta dello Sport y es algo más cotidiano. Novak Djokovic es celíaco. La alarma saltó en el Abierto de Australia de 2010 cuando vencía dos sets a uno al francés Tsonga. El serbio tuvo que parar el partido e ir a vestuarios a vomitar. Perdió el partido, ya sin fuerzas. A partir de ahí, un nutricionista lleva muy en serio su alimentación y los resultados han comenzado a llegar.
Entra la dieta estricta que tiene que seguir el serbio e impuesta a todos los hoteles del mundo en los que pernocta es la prohibición de la pasta y el pan, tan importante para los deportistas. En su lugar, Djokovic tiene que ingerir pollo, soja y sushi, la base de su dieta. Igor Cetojevic es uno de los responsables del cambio de Nole. Obviamente ese resurgir del tenista de Belgrado no sólo se puede entender por un factor, pero la alimentación y la psicología han sido claves en este aspecto.