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El futuro del Deportivo, en el aire

El equipo gallego tendrá que ingeniárselas para hacer frente a la deuda que arrastra desde hace varios años.

El equipo gallego tendrá que ingeniárselas para hacer frente a la deuda que arrastra desde hace varios años.

El futuro deportivo y económico del Deportivo de La Coruña es bastante incierto tras consumarse el sábado el descenso a Segunda División, al caer derrotado en Riazor ante el Valencia (0-2) en la última jornada de Liga.

Económicamente, el seguro de descenso que pactaron, según explicó Augusto César Lendoiro en varias ocasiones, los equipos a los que el Deportivo se ha adherido en el reparto de los derechos de televisión, aliviará la merma de ingresos por la pérdida de la categoría. Pero el equipo también deberá ingeniárselas para hacer frente a la deuda que arrastra desde su etapa en la Champions y que en los últimos años había conseguido rebajar con una economía de guerra, con traspasos millonarios y el mínimo gasto en fichajes.

Los datos más recientes ofrecidos por el presidente deportivista datan del 4 de abril, día en el que cifró la deuda neta a 30 de marzo en 58,5 millones de euros –casi 26 millones menos que el 30 de junio de 2010–, mientras que la deuda bruta era de 87 millones, 20 menos que a finales del curso pasado.

Aquel día, Lendoiro aseguraba que le daría "vergüenza" tener que recurrir a la Ley Concursal y añadía que su club no está en una "situación límite" para tener que solicitarla ni en "riesgo" de que un tercero le obligue a acudir a ella, pero el panorama puede complicarse con el descenso.

Y es que, según el dirigente, el Dépor estaba "haciendo milagros" para no tener que recurrir al concurso de acreedores y pidió a los bancos "facilidades para pagar" porque "si te ahogan no quedará más remedio" que acogerse a él. Reconoció entonces Lendoiro que el club tenía deudas con clubes extranjeros –el Atlas mexicano es uno de ellos–, pero no con los españoles, que sí adeudan dinero al Deportivo, entre 7 y 8 millones de euros entre el Zaragoza y el Racing de Santander.

Espantada generalizada

A nivel deportivo, la reestructuración tendrá que comenzar por el banquillo, porque el cuerpo técnico actual acaba contrato el 30 de junio y Miguel Ángel Lotina ya utilizó la tercera persona en la rueda de prensa posterior al partido con el Valencia cuando se refirió al futuro del equipo coruñés.

El descenso frustra renovaciones que ya estaban complicadas, como la de Alberto Lopo, y otros que acaban contrato como Juan Rodríguez, Adrián López o Antonio Tomás también se desvincularán de la entidad deportivista.

Además, se acaban las cesiones de Míchel, Xisco, el noruego Rindaroy –sin ficha desde enero– y el argentino Sand –el Deportivo tenía una opción de compra que no ejecutará–, el francés Desmarets no ha llegado al número mínimo de partidos para renovar su contrato automáticamente, y el brasileño Juca finaliza su vinculación tras dos años en el club. También Javier Peral Javito, que fue incorporado en enero para jugar seis meses en el Deportivo y que no ha podido debutar porque su pase internacional nunca llegó.

De los 26 futbolistas de la primera plantilla –Javito y Rindaroy incluidos–,sólo catorce tienen contrato para la próxima temporada, entre ellos Valerón, que continuará al menos un año más en el club, y Manuel Pablo, que renovó el pasado viernes hasta 2013.

De los catorce, habrá jugadores que busquen una salida antes de jugar en Segunda División, aunque alguno de ellos, como Iván Sánchez Riki o Juan Carlos Valerón, se han mostrado dispuesto a jugar en la Liga Adelante. Volverán al Dépor varios jugadores que fueron cedidos a equipos de Segunda –Álex Bergantiños, Rodolfo Bodipo e Iván Pérez–, y subirán definitivamente al primer equipo futbolistas que descendieron con el filial y ya debutaron en Primera.

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