"Españoles temblad, que de goles os vamos a llenar". Ésa fue la frase de Hugo Chávez animando a la selección de su país para el partido de esta noche. Sin embargo, la goleada (0-3) ha sido de la selección española, que ha aprovechado su mayor pegada para solventar el último partido de la temporada y, además, para sumar un nuevo récord: Del Bosque es el seleccionador con más victorias –39- de la historia de España.
España tuvo que hacer frente a la agresividad de los venezolanos, que a los diez minutos ya llevaban dos amarillas en un encuentro amistoso. Sin practicar un fútbol tan bonito como el sábado pasado en Estados Unidos, España sacó adelante un partido comprometido gracias a la efectividad y a la ayuda del portero Vega.
Con las gradas hirviendo, literalmente por el calor, apoyando a su selección, Villa llevó el silencio al estadio en el minuto 4 con un lanzamiento lejano de falta. Siguió la vinotinto pegando patadas y cercando la meta de Víctor Valdés, que salvó un mano a mano, pero Pedro puso el segundo en el segundo acercamiento de la selección. Con los ánimos más calmados, Xabi Alonso, de nuevo de una falta lejana, puso el tercero al borde del descanso.
En la segunda mitad se produjo el debut de Manu del Moral, con el carrusel de cambios habitual en los amistosos. Entre el calor, la humedad y el partido resuelto, la selección se relajó y llegaron las ocasiones más claras de Venezuela, que no tenía el punto de mira ajustado y se chocó con un inspiradísimo Víctor Valdés.
Alguna también tuvo España, la más clara en las botas de Fernando Torres, para hacer el cuarto, pero la intensidad la puso en la segunda mitad la vinotinto, que quería dar una alegría a su afición con un gol ante la campeona del mundo. Además, la salida de Arango, ex jugador del Mallorca, dio más calidad en ataque a Venezuela.
De esta forma, con dos goleadas, cierra España la gira americana y la primera temporada como campeona del mundo. Hemos lavado la imagen de los amistosos y, además, se han ingresado unos millones de euros en la caja. Dentro del campo, por lo menos, no se ha notado las rencillas entre los madridistas y culés. Ahora, de vacaciones que las emociones fuertes volverán en agosto, con dos nuevos clásicos en la Supercopa de España.