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River está en el infierno

Jugó con fuego y se quemó. River está en Segunda.

110 años de historia y River Plate nunca había jugado en Segunda División. Esta tarde ha consumado su descenso a la categoría de plata por primera vez tras empatar (1-1) en el Monumental, ya que había perdido en la ida (2-0) en Córdoba ante Belgrano en la Promoción.

El equipo millonario se adelantó en el marcador, pero Belgrano empató en la segunda parte. Pavone, que jugó en el Betis, falló un penalti que podría haber devuelto la ilusión, pero detuvo el guardameta Olave, el héroe de Belgrano. Entre las lágrimas de los jugadores e hinchas de River se mezclaron también algunos incidentes -tristemente habituales- que hicieron que el partido se suspendiera a tres minutos del final.

Miles de aficionados observaron los minutos finales del encuentro con lágrimas en los ojos, y unos 2.500 cordobeses se hicieron sentir en los graderíos al celebrar la máxima hazaña de la que tenga memoria su equipo. Los jugadores del River, desconsolados, tardaron varios minutos en reaccionar y fueron rodeados por un cordón policial para evitar agresiones por parte de los hinchas.

Pavone despierta la ilusión

El voltaje del partido subió a tope desde el comienzo. A los dos minutos, y a la salida de un tiro libre, el Belgrano marcó un gol anulado por fuera de juego de dos futbolistas, y tres minutos más tarde Mariano Pavone, tras una media vuelta, abrió el marcador para el River con un violento remate desde fuera del área.

Nada mejor podía haber ocurrido para los riverplatenses, que pagaban en 300 segundos de juego el cincuenta por ciento de su deuda tras perder en Córdoba por 2-0, pero el conjunto cordobés se mostró ordenado y respondón, sin complejos en un escenario que era un hervidero por la presión del público. El árbitro Pezzotta hizo la vista gorda ante una falta de Lollo contra Caruso que debió ser sancionada con un penalti para el equipo local a los 25 minutos. De inmediato, las situaciones de peligro se repitieron frente a la meta del Belgrano.

A esas alturas, el River mostraba la mejor cara de todo el semestre. Los cordobeses, que no podían controlar a Pavone y le tenían por el suelo, respondían hasta donde era posible y pusieron en aprietos al portero Carrizo, que tapó de manera providencial un remate de Maldonado. Los nervios, la necesidad de remontar el resultado global lo más rápidamente posible, provocaron imprecisiones y conspiraron contra un River Plate ofensivo como nunca se le vio en la temporada.


Se consuma el drama

En la segunda parte el conjunto de Buenos Aires salió decidido a profundizar en la búsqueda del gol salvador, se desordenó en el bloqueo y en su línea de fondo y comenzó a mostrar algunas grietas que facilitaron las reacciones del Belgrano. Y en un contraataque demoledor la formación cordobesa igualó a los 62 minutos con un gol marcado por Farré, el primero de su cosecha este año, con un remate imparable para Carrizo.

El bajón riverplatense se agravó a los 69, después de que el cordobés Tavio empujó a Caruso en el área y el portero Olave paró el penalti a Pavone, situación que desató el apoyo del público local al equipo con un griterío ensordecedor.

El Belgrano, que tuvo como pilar al centrocampista uruguayo Ribaír Rodríguez, convertido en una pesadilla para el creativo Erik Lamela, multiplicó sus esfuerzos para defender su hazaña, el hecho histórico que quedará en la historia: subir a la categoría de honor al derrotar al conjunto más laureado del país y desplazarlo de la Primera División.

El River no pudo, sus recursos fueron perdiendo fuerza minuto a minuto y el final del partido se produjo en un marco de hondo dramatismo. Pezzota dispuso el final 30 segundos antes de que se cumplieran los 90 minutos, tras unos incidentes menores ocurridos en los graderíos.

 

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