El fútbol nunca dejará de sorprendernos. Y cuando de fichajes se trata, aún menos. La extraña historia de este argentino idolatrado por brasileños ha querido que el contrato que le solucione la vida surja en China. Su nombre no ha resonado con fuerza en el panorama internacional, pero Darío Conca se acaba de convertir en el quinto futbolista mejor pagado del planeta sólo por detrás de Cristiano, Messi, Rooney y Yaya Touré. El centrocampista argentino del Fulminense acaba de fichar por el Guangzhou Evergrande, un equipo desconocido de la Super League china.
Conca, de 28 años, se ha comprometido con el Guangzhou para las tres próximas temporadas y media, a razón de la friolera de 10,6 millones de euros por cada una de ellas. Sólo Cristiano, con 12 millones, Rooney, con 11,5, Messi, con 11, y Yaya Touré, con 10,8, superan su salario, quedando por debajo nombres como el de Samuel Eto´o, Fernando Torres, Kaká o Ibrahimovic.
Conca, como muchos otros con anterioridad, es uno de esos futbolistas a los que en su país no se ha sabido reconocer en su justa medida. Una curiosidad más dentro de la extraña carrera de este jugador, que nunca ha sido internacional con Argentina (de hecho, ha estado más cerca de serlo con Brasil) pero que es un ídolo en el Fluminense, equipo al que guió al Brasileirao en 2010 siendo nombrado MVP del campeonato. También dejó huella la Universidad Católica y el Vasco da Gama, mientras que pasó sin pena ni gloria en equipos argentinos como River Plate y Rosario Central.
Ante la amenaza de que algún club europeo le 'robara' a Conca, el Fluminense se había asegurado la continuidad de su estrella el pasado mes de diciembre renovándole el contrato, pero los 10 millones que el Guangzhou ha ofrecido para comprar al argentino han convertido aquel acuerdo en papel mojado. Se trata del segundo fichaje más caro de la historia de China, siendo el anterior record los 3,2 millones que el mismo Guangzhou abonó al Partizán por el brasileño Cléo en febrero. Ahora se marcha a un liga menor, pero con un salario de crack.