Pues yo vi la verdadera forma de ser de Messi cuando, con toda su mala leche y cobardía, lanzó un balonazo a los espectadores; también vi la verdadera forma de ser de Piqué en sus palabras contra la Selección Española, campeona del mundo, aunque luego bien que fue a jugar en ella; la verdadera forma de ser hipócrita y otras cosas más de Pepe Guardiola tenemos que soportarla con frecuencia cuando se planta ante un micrófono y con toda su sosería y bobería empieza a hacerse el niño bueno - si los árbitros le han beneficiado, como suele ocurrir- o a echar espumarajos de veneno contra Mourinho cuando pierde. Y encima tenemos que soportar su constante balbuceo voluntario como para hacer ver que se atasca al hablar en español y ganar puntos ante sus amigos nacionalcatalanistas.
El búnker de Coll Blanc hace tiempo que perdió el sentido de la realidad y de la decencia, no le perdonan a Sergio Ramos que abroncara a ese periodista de TV3 por usar el catalán en Salamanca.
No me extraña que M@u-rriño convenza a un futbolista para que simule una lesión. Ya lo hizo con Marcelo que se ganó que lo apartaran de la selección. El eleccionador español debería estar atento a estas cositas de M@u-rriño. De Sergio Ramos me extraña un poco porque no parece que tenga que aceptar estas cosas pero recordando sus patadas alevosas en los campos de futbol me entran las dudas. No se es buena gente por decir gracietas. Su verdadera forma de ser, como la de todos los humanos, se detecta en las situaciones de conflicto. La suya la pudimos comprobar todos los que veíamos el 5-0 del Camp Nou. Bocona
Menos mal que he leído el comentario entero. De otro modo, me hubiera quedado con la noticia de que Sergio Ramos es un fingidor, un mentiroso y un engañabobos. Y resulta que no, que eso lo dicen los adversarios para calentar un partido o dos o cuatro, los que sean.
Hago dos peticiones. La primera que procuren ustedes titular un poquito mejor. La segunda que periodistas, entrenadores, jugadores y comentaristas varios dejen de provocar el calentamiento de un partido de fútbol que, por otra parte, debería ser sólo eso, un partido de fútbol.
Siempre metiéndose con Ramos. No soportan que se envuelva en la bandera española ni que sea del Madrid.
Barsa y prensa culé,
cubil de separatistas.