El Arsenal es un auténtico polvorín. La marcha de sus estrellas Cesc Fàbregas y Samir Nasri elevó la tensión en el club gunner y puso contra las cuerdas a Arsène Wenger. Y, para colmo de males, han comenzado la Premier League de la peor manera posible, incluyendo una humillación de 8-2 ante el Manchester United.
El club, en una medida sin precedentes, se ha querido solidarizar con los hinchas que viajaron a Old Trafford y les ha regalado otro viaje como compensación a la humillación recibida en Manchester.
"Un día terrible"
Preguntado sobre si se plantea abandonar su puesto como entrenador del Arsenal, Wenger sentenció que "no" piensa dimitir.
"Fue un día terrible para nosotros, el equipo se mostró débil", reconoció el entrenador que, tres días antes que se cierre el periodo de fichajes. "Hoy teníamos ocho bajas, y cualquier equipo sufriría en esa situación", afirmó el técnico, para añadir que es consciente de que "cuando pierdes un partido, los fichajes son siempre la solución", informa EFE.
Los refuerzos se esperan en Londres de manera inminente, comenzando por la incorporación del francés Yann M'Vila, que llegaría del Rennes por unos 22 millones de libras (25 millones de euros).