El Barcelona Alusport se ha clasificado brillantemente para la final de la Supercopa de España al golear en la primera semifinal del torneo al Pozo Murcia (7-2), en un partido que ha quedado sentenciado al inicio del segundo tiempo.
Un triunfo notable, a ratos hegemónico, que refuerza al equipo de cara a un futuro lleno de retos. El primero, este mismo domingo, cuando los azulgranas buscarán el primer título de la temporada, el cuarto de un 2011 para no olvidar.
Los azulgranas arrancaron fuerte la primera mitad, y a los dos minutos se adelantaban en el marcador gracias a Jordi Torras. El 1-0 ha despertado a los murcianos, de la mano de Miguelín. El MVP de la temporada pasada, sin embargo, se ha encontrado con la mano de un Cristian, que pronto ha demostrado que su enorme temporada pasada puede tener continuidad.
Las rotaciones azulgranas -a los cinco minutos Carmona ya había cambiado el cinco inicial- han permitido mantener el ritmo de juego, si bien en una jugada confusa Esquerdinha ha empatado el partido.
La reacción del Barça Alusport no ha tardado en esperar. Una jugada de Torras al más puro estilo de un extremo, ha acabado con una asistencia de Wilde que Ari no ha perdonado: 2-1.
El dominio catalán ha crecido y entonces Rafa ha evitado dos goles cantados de Wilde. Cierto es que Cristian también ha aparecido, especialmente en el momento de detener un dos contra uno peligrosísimo y en una doble intervención. Sus paradas han serenado la defensa azulgrana, que en una recuperación de Wilde ha generado la acción del tercer gol. Lin ha definido de lujo con la derecha para dejar el 3-1 con el que se ha llegado al descanso.
El Barça ha sentenciado tras la reanudación. Una jugada de estrategia ha supuesto el cuarto gol, nuevamente de Lin. La pizarra de Carmona sigue funcionando, como ha demostrado Wilde con el quinto, un minuto y medio después, con un obús a la salida de un córner.
El Pozo, a la desesperada, ha quemado entonces sus naves con el portero jugador a falta de diez minutos. Adri ha colocado el 5-2, y Cristian ha salvado un para más. Al final, Ari Santos y Wilde han redondeado el marcador para el Barça.
Victoria sufrida del Movistar
El Inter Movistar, por su parte, ha sellado su pase a la final al vencer en la segunda semifinal al Carnicer Torrejón, en un encuentro en el que los alcalainos tuvieron más problemas de los que evidencia el marcador, y sólo pudieron finiquitar en los minutos finales.
El conjunto de Alcalá de Henares puede ser el equipo que más presión puede tener por conseguir el título de los cuatro equipos que concursan. Sin embargo la imagen que dio en la primera mitad fue la de un equipo confiado en su pase que pensaba que no necesitaba sudar más de lo necesario para sellar los goles.
Ante esta pasividad al principio del juego de los complutenses, el Torrejón no tardó en hacerse con el balón y el control del juego. Actuaban ante su público y querían sacar nota alta. Así, las primeras ocasiones fueron locales, con unos ataques rápidos y verticales.
Poco a poco se fue desperezando y puso más ganas en sus ataques. Pero las ocasiones llegaron y no se acertaron, con lo que la tensión comenzó a cundir. Además, Párraga dispuso de un doble penalti en el 17 que lanzaba directamente fuera. Había que empezar a tomárselo en serio.
No conseguiría adelantarse hasta el minuto 18 gracias a un tanto de Matamoros, que recibía un balón en largo, controlaba de pecho y antes de que llegara al suelo se giraba y lanzaba a puerta. Pero cuando volvían ser víctimas de la pereza pensado que el triunfo y el pase ya era más fácil, José Carlos igualaba el marcador cuando sólo quedaban 28 segundos para irse al vestuario.
En el descanso David Marín debió alentar a sus pupilos porque la segunda mitad fue diametralmente opuesta. Salieron entonados desde el inicio y buscaron la meta de Prieto. Las ocasiones llegaron pero tardaron en volver a batir al meta local, tuvo que ser Schumacher a los ocho minutos de la reanudación quien anotaba en jugada ensayada tras saque de banda.
Pero la alegría volvería a durar poco. Rober, tras fintas varias y variadas de José Carlos, devolvía la igualada al marcador a falta de ocho minutos. Eran estos unos momentos locos en los que el juego iba y venía entre las dos porterías.
Un ataque en grupo de los locales en el minuto 33 se convirtió en un balón suelto en las inmediaciones del área visitante con varios jugadores buscando un balón ingobernable. A una primera falta no sancionada le siguió una madeja de piernas y patadas intentando rematar o despejar. Los colegiados no supieron parar el juego hasta que Riviños terminaba por empujar a Rafael. El resultado fue la exclusión del siete local.
Con sólo tres jugadores enfrente Inter se volvió a poner delante gracias a Baterías. Cuando el Carnicer recuperó la igualdad de jugadores lo hicieron con el portero-jugador. De nada serviría puesto que Inter mantuvo la defensa adelantada, y balón que robó lo convirtió en gol, el cuarto de Matamoros también el último de Ortiz.