El tenista serbio Novak Djokovic prolongó en Nueva York la dictadura tenística que ha impuesto esta temporada, al ganar el Abierto de Estados Unidos, su tercer Grand Slam de la temporada, y aumentar su espectacular bagaje de este año a 64 victorias por tan sólo dos derrotas.
Rafael Nadal era consciente de que para sacar el partido adelante no podía dar ni una bola por perdida, y por eso, en un peloteo durante el primer set, con 4-2 a favor del serbio con saque de Nadal y 0-15, sucedió una jugada un tanto extraña. Nadal soltó un drive a la zona derecha de Djokovic y éste, una vez devuelta la bola, paró la jugada alegando que la bola del español no había entrado. El juez de silla no había pitado nada, y tras unos segundos pensando, decidió apoyar la teoría del serbio.
A Nadal no le gustó nada la postura del árbitro. "Una pregunta, ¿tú cuándo cantas los out, cuándo los canta él o cuándo los ves tú. No lo entiendo", dijo Nadal, para acabar exclamando que, "la bola se ve, no se piensa". El tenista de Manacor pidió el 'ojo de halcón' y la teoría de Djokovic se confirmó: la bola era mala.