Vuelve el pesimismo tras la última reunión entre las franquicias y los jugadores

El comienzo de la temporada regular de la NBA vuelve a quedar en el aire después de que los jugadores y los dueños de equipos hayan sido incapaces de llegar a un acuerdo en cuanto al tope salarial, principal discrepancia entre ambas partes, según informa el portal ESPN.com. Además, se ha suspendido la próxima reunión para este mismo miércoles y no se ha programado ningún otro encuentro a corto plazo.

Lo que sí mantendrán los dueños de los equipos es una reunión entre ellos mismos este jueves en Dallas (Texas), mientras que el sindicato hará lo propio con los jugadores en Las Vegas (Nevada), informa Efe.

El director ejecutivo del sindicato, Billy Hunter, ha dicho que los jugadores estaban preparados para hacer una importante concesión económica, aunque se han topado con la posición inamovible de los dueños respecto al presupuesto. Por su parte, el comisionado de la NBA, David Stern, y su asistente Adam Silver han respondido que el sindicato se mantiene en su posición de mantener la actual estructura del tope salarial antes de que ellos puedan entrar en otro tipo de discusiones.

El presidente del sindicato de jugadores, el base Derek Fisher –compañero de Pau Gasol en Los Angeles Lakers–, ha reconocido que estaba preparado para decirles a sus compañeros en Las Vegas que, dada la situación actual, no hay posibilidades reales de que la competición se inicie según el calendario establecido oficialmente por la NBA.

"Está claro que no se puede iniciar la competición a tiempo", ha dicho Fisher a los medios de comunicación tras la reunión mantenida en Nueva York con los dueños de los equipos. "Además, no podemos encontrar un espacio con la liga y los dueños en el que logremos alcanzar un acuerdo más pronto que tarde". El base de los Lakers, que ha estado acompañado por miembros del comité ejecutivo del sindicato, ha advertido que los jugadores no iban a romper el proceso y abandonar la mesa de negociaciones.

Los dueños de las franquicias quieren un cambio profundo en el sistema financiero actual que rige a la mejor liga del mundo de baloncesto después de que los equipos tuvieran pérdidas superiores a los 300 millones de dólares la pasada temporada. Pero ahora parece que el gran obstáculo para seguir adelante con las negociaciones es el tope salarial, que los jugadores no quieren modificar, mientras que los propietarios sí pretenden introducir cambios en lo que se refiere a la duración de los contratos y el apartado de 'garantizado'.

Con el sistema actual los equipos pueden romper el tope salarial aunque tengan que pagar un impuesto de lujo, aspecto que favorece a los equipos de los grandes mercados publicitarios. Además, actualmente se les permite firmar contratos a largo plazo y que todos los años sean garantizados.

En principio estaba previsto que los equipos empezasen a entrenar el 3 de octubre y que la temporada regular arrancase el próximo 1 de noviembre, aunque de momento todo sigue en el aire.