Walter Pandiani ofreció una imagen poco habitual en España. Durante una rueda de prensa con el Espanyol, comenzó a sudar y empapó la camisa que vestía. Al comienzo de la rueda de prensa, el futbolista uruguayo lucía una camisa gris claro. Sin embargo, según iban pasando los minutos, se pudo ver la transformación que experimentó la prenda tornar en un impresionante gris oscuro.
Se podría decir, pues, que el Rifle Pandiani, suda la camiseta tanto dentro como fuera de la cancha.
Expulsado en el último encuentro
Pandiani fue expulsado en el último partido del Espanyol fuera de casa ante el Levante (3-1). El uruguayo pronto se dio pronto de su acción, que dejaba al equipo periquito con nueve a falta de diez minutos, ya sin opción alguna de remontar. Ahora le puede caer más de un partido de suspensión.
El colegiado Pérez Lasa, en el acta arbitral, fue muy claro. En el apartado de expulsiones, escribe que "en el minuto 82, el jugador Pandiani fue expulsado por el siguiente motivo: dar un cabezazo en la espalda de un jugador contrario de forma intencionada sin estar el balón a distancia de juego".
Tras el partido, el uruguayo no se escondió y habló. Las primeras palabras que salieron de su boca fueron para pedir perdón a su equipo. "Ya he pedido disculpas a mis compañeros por esta acción. En estos momentos íbamos 3-1, pero estábamos mejorando y todavía había posibilidades de remontar". El delantero es consciente su error y, aunque no quiere poner excusas, dice que "la jugada ya venía de lejos, yo me comí un par de codazos, el árbitro no los vio y me aguanté. Así es el fútbol".
Esta vez, a Walter Pandiani, que días atrás había sido el héroe de la victoria contra el Getafe (1-0), sí le pillaron in fraganti.