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EL CIERRE PATRONAL CUMPLE 90 DÍAS

El comisionado de la NBA advierte de que "el tiempo se agota"

La paciencia de David Stern respecto a la situación de cierre patronal en la NBA está llegando a su fin. Este viernes habrá otra reunión.

El margen de tiempo que tienen los propietarios de los equipos y los jugadores para llegar a un acuerdo sobre el nuevo convenio colectivo en la NBA, sin que se dejen de disputar partidos de la temporada regular, está llegando a su fin y el comisionado David Stern así se lo ha hecho saber a ambas partes. Las amenazas de Stern han hecho reaccionar a los propietarios y los jugadores, que, después de haberse reunido este miércoles en Nueva York, han programado un nuevo encontro para el viernes con la intención de desbloquear un cierre patronal que dura desde el pasado 1 de julio.

Stern ha avisado de que si este fin de semana no hay avances, entonces habrá que empezar a suspender partidos de la temporada regular, que debería comenzar el 1 de noviembre.

El director del sindicato de jugadores, Billy Hunter, ha solicitado al comité ejecutivo que esté listo para la reunión del viernes, a la que se espera que acudan también algunas estrellas de la NBA como LeBron James, Kevin Garnett, Kevin Durant, Paul Pierce y Dwyane Wade, entre otros. Dentro del comité ejecutivo se encuentran el presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher (Los Angeles Lakers), Chris Paul (New Orleans Hornets), Maurice Evans (Washington Wizards) y Roger Mason (New York Knicks). Quien no estará es Kobe Bryant, que se encuentra de viaje por Europa y no tiene previsto regresar a Estados Unidos hasta la próxima semana.

David Stern, que este miércoles presentó algunas concesiones que han hecho los dueños sobre su propuesta original, también se reunirá con parte de los equipos más importantes antes del viernes para revelarles en qué punto se encuentran las negociaciones. El comisionado de la NBA adelantó que la propuesta de reunirse no conlleva necesariamente cerrar el tema que separa a jugadores y dueños, pero es un marco que favorece a ambas partes porque así pueden conocer con exactitud todo lo que está en juego si no hay un acuerdo.

También se espera que haya algo de luz acerca de dónde se encuentran las negociaciones para dar una idea aproximada a todas las partes de cómo salvar la temporada de 82 partidos.

Las claves del lockout

Las principales diferencias entre los propietarios de los equipos y los jugadores estiban en el tope salarial, la reducción en el reparto de los ingresos y la duración de los contratos.

Según fuentes cercanas a las negociaciones, los dueños no ofrecen a los jugadores un límite fijo anual en los salarios, pero el martes por la noche pareció que aceptaban flexibilizar el límite salarial sólo si se cumplen algunas condiciones. Entre esas condiciones está la llamada 'excepción Larry Bird', que permite a los equipos excederse del tope para retener a sus propios agentes libres, al margen del resto de sus salarios, y se tendría que limitar a un jugador por equipo y temporada.

La excepción de nivel medio, que la liga estableció la pasada temporada en un valor de 7,4 millones de dólares, podría mantenerse durante los próximos cinco años, lo que supone una reducción en tiempo y dinero que se pueda utilizar.

El actual impuesto de lujo, que impone una multa de dólar por dólar que debe pagar a la liga el equipo que supere el tope salarial, se incrementará de forma considerable. Además, durante la pasada semana los dueños propusieron que la parte de los ingresos relacionados con el baloncesto, llamado BRI, que les corresponde a los jugadores, se recortara del 57 al 46 por ciento. Sin embargo, en la reunión del martes, Stern dijo que los dueños había subido hasta un 48 por ciento.

Pero los dueños también quieren una reducción del cinco por ciento en todos los salarios existentes para esta temporada, una reducción del 7,5 por ciento para los de la del 2012-13 y del 10 por ciento para la del 2013-14. Incluso antes de la sesión del martes, varios agentes anticipaban que los propietarios aflojarían sobre la rigidez del tope, pero lo describieron como una artimaña de negociación, porque al final todo queda igual y no hay ninguna concesión importante.

Mientras, los jugadores siguen firmando contratos con equipos extranjeros a la espera de ver qué es lo que sucede en el proceso de negociación del nuevo convenio colectivo y el cierre patronal.

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