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La sanción a Mourinho divide a la prensa deportiva

"Vergüenza", "escándalo" o "infamia" son los términos empleados por la mayoría de periodistas. Pero también los hay que piensan todo lo contrario.

"Vergüenza", "escándalo" o "infamia" son los términos empleados por la mayoría de periodistas. Pero también los hay que piensan todo lo contrario.

La sensación general entre los periodistas deportivos españoles es que la última decisión del Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF), que ha sido sancionado con dos partidos de suspensión a José Mourinho por los incidentes en la vuelta de la Supercopa de España, es escasa. Sí consideran más justo el castigo impuesto al segundo entrenador del Barcelona, Tito Vilanova, castigado con un encuentro.

Destaca este jueves el blog 'Libre directo' del diario El Mundo, donde su jefe de Deportes, Orfeo Suárez, compara el caso del dedo de Mourinho en el ojo de Vilanova con lo ocurrido en el Camp Nou el 23 de noviembre de 2002, cuando seguidores culés lanzaron una cabeza de cochinillo a Luis Figo y una botella de whisky. El Barça fue castigado con dos partidos de cierre del Camp Nou, pero recurrió a la Justicia ordinaria y el Comité de Competición retiró la sanción en agosto de 2005. La única pena para el Barcelona fueron los 4.000 euros con los que se le multó. Además, el coliseo azulgrana tampoco fue clausurado en 1997 después de que Roberto Carlos recibiera el impacto de un mechero que le originó una brecha en la cabeza.

Precedentes de los que se acuerda el diario dirigido por Pedro J. Ramírez. "Si no podemos considerar que meter un dedo en el ojo a un contrario o darle una colleja sean lances del juego", escribe Orfeo Suárez en el blog El dedo y el cochinillo, "valorar ambas acciones como consecuencias del mismo, producto de una acción anterior, de Marcelo sobre Cesc, supone una interpretación a la carta del reglamento para no pasar a mayores". "Una sanción, en definitiva, muy política", destaca el periodista para añadir que "es curioso que, en 2009, Vilanova fuera sancionado por el mismo Comité de Competición con un partido más, es decir dos, por protestar de forma insistente al colegiado durante un encuentro contra el Málaga, y por su 'conducta contraria al buen orden deportivo'. Sale más barato, pues, agredir que protestar. Juzguen ustedes".

Uno de los más críticos con la sanción a Mourinho es Josep Pedrerol, director y presentador del programa Punto Pelota de Intereconomía TV. "Es un escándalo descomunal", dice para añadir que "lo de Mourinho es premeditado, y si es premeditado tiene mayor gravedad. El dedo en el ojo es más humillante que un golpe. La reacción de Vilanova, que repele una agresión, no puede tener un castigo parecido. Hay un daño mucho mayor de Mourinho a Vilanova. El dos a uno no me parece justo".

Paco González, de la Cadena COPE, asegura que "no puede ser lo de Mourinho sólo el doble de lo de Vilanova", mientras que Miguel Rico, periodista de Mundo Deportivo, lo considera como "un esperpento desde el principio hasta el final". "Me parece un agravio comparativo a compañeros suyos de profesión y también a futbolistas, que por mucho menos han tenido más sanción. Considero que es una falta de respeto al fútbol", añade. A otro periodista de MD, Héctor Coca, le "parece un chiste juzgar por el mismo concepto (violencia en el juego) a un señor que se acerca sigilosamente a traición y le mete el dedo en el ojo a otro y al propio agredido. Si esto es justicia deportiva, alguien debería explicarlo detenidamente a la gente".

El controvertido Emilio Pérez de Rozas, de Sport, habla de "vergüenza" y José Joaquín Brotons, que a finales del pasado mes de septiembre dimitió como director de Gol Televisión, califica el fallo "con varios términos: infamia, descrédito, desatino, dislate, disparate, inconveniencia, incongruencia, incoherencia, equivocación y error".

Roberto Palomar, de Marca, dice que "la sanción es ineficaz" y "no vale para nada" y Josep Capdevila (Sport) considera que "menos para el juez único del comité –que se ha dicho a sí mismo: 'hoy voy a hacerme famoso'–, Mourinho, Florentino y algunos madridistas, para el resto de los humanos es una sentencia de risa". Paco Cabezas, de El Mundo, considera que "la gente prefiere fijarse en el bigote del empleado del Barça Francesc Satorra" y reclama "que el espectáculo no decrezca" y "que el dedo de Mourinho nos indique a todos el camino que debe tomar nuestro fútbol. Impunidad y circo".

El exjugador del Barça Lobo Carrasco, colaborador de Punto Pelota, dice que la sanción de Tito Vilanova es "justa" y la de Mourinho "injusta", además de asegurar que "cuatro partidos (para el técnico portugués) estaría bien".

"Los culés nos venden que los demás somos malos"

En el otro lado de la cuerda figuran periodistas como Elías Israel, Tomás Roncero o Frederic Hermel, conocidos por su madridismo. "No me parece un escándalo ni mucho menos", afirma Israel, mientras que el periodista francés asegura, también en Punto Pelota, que entiende "perfectamente" a los culés porque "están acostumbrados a vendernos un mundo donde ellos son los buenos y los demás los malos. Pero puede que por una vez algo no hayan hecho tan bien... Y les molesta que un comité independiente les diga que también lo han hecho mal".

También en ese mismo programa de Intereconomía TV, Tomás Roncero señala que "es la primera vez que el comité ha sido independiente, porque siempre se ha burlado del Madrid, que ha sido una víctima", mientras que su compañero del diario As Pedro Pablo San Martín dice que "la sanción se ajusta al reglamento" y que "el comité se ha lavado las manos, pero no es para nada imparcial y va para el lado que conviene".

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