A pesar de la victoria del Atlético de Madrid de Gregorio Manzano, el pasado domingo ante el Zaragoza por 3 a 1, el equipo no acaba de convencer. Al técnico le salvó la victoria ante el equipo maño. Una derrota, incluso un empate, habría provocado su destitución. Cualquier tropiezo, a partir de ahora, le pondrá en boca de todos y en el disparadero.
En el Calderón consideran que Luis Aragonés pondría en valor una de las mejores plantillas del Atlético de las últimas décadas. Recuperaría el mejor nivel de Reyes, un patrimonio del club que corre peligro de perderse para lo que resta de temporada. Según As, el exjugador atlético y exseleccionador nacional estaría encantado de regresar al Atlético. Con el máximo respeto a su colega Manzano, como ha respetado siempre a todos los entrenadores durante su exitosa y dilatada carrera.
En los últimos días ha recibido ofertas de clubes de China, de un par de selecciones y le han sondeado sobre su disponibilidad para entrenar al Villarreal o al Granada, pero el Atlético siempre ha sido su prioridad. Cuando dirigía al Mallorca puso una cláusula por la cual le dejarían salir si le llamaba la Selección y el Atlético. Y esas prioridades las mantiene intactas.
El exseleccionador español considera que la plantilla del Atlético es suficientemente buena como para aspirar a la tercera posición de la Liga y, por lo tanto, meterse en Champions. Y los atléticos, mayoritariamente, le ven como su única esperanza. A pesar de ser el gran favorito para ocupar el banquillo del Atlético, si Manzano es destituido en algún momento a lo largo de la temporada, hay otro exjugador del Atlético que se puede cruzar en el camino de Luis Aragonés en estos días. Milinko Pantic.