Nicolás Terol, de 23 años y natural de Alcoy, Alicante, se caracterizó en su más tierna infancia por ser un niño inquieto y nervioso, próximo a la hiperactividad, al que por encima de todo le llamaban poderosamente la atención las bicicletas, primero, y después las motos, pasión que no dudaron en alentar sus propios progenitores desde muy pronto, como informa Juan Antonio Lladós en Efe.
Así fue como con apenas siete años Terol ya hacía sus primeros pinitos sobre una Malaguti 50 de motocross, que exprimía al máximo en los improvisados circuitos que tanto su padre como su tío montaban allá a donde iban para disfrutar con su primo de la gran pasión que ha marcado su vida, ahora con letras de oro.
Su primer contacto serio con la competición llegó en el circuito de la Almenara con diez años (1999) y dentro de la Fórmula Airtel, dedicada a descubrir nuevos talentos en la Comunidad Valenciana, pero los nervios le atenazaban y fueron numerosas las caídas en esos primeros pasos en las carreras.
Una temporada después y ya más sosegado, repitió aventura en la Fórmula Airtel, aunque cambio la minimoto por una 50 c.c. con la que se proclamó subcampeón de la competición después de ganar una carrera, en Fuente Álamo.
Paso a paso Nico Terol fue forjando su carácter sobre la moto, agresivo y decidido a la par que muy sosegado en la manera de manejarse con los demás. Amigo de sus amigos, prácticamente nunca se le escucha decir una palabra más alta que otra, ni en los peores momentos de su carrera, que los ha habido.
En 2003, el padre de Sergio Gadea, otro piloto valenciano y amigo personal de Nico, le ayudó para que pudiera participar en el Campeonato de España de Velocidad (CEV) de 125 c.c., auténtica antesala del mundial de la especialidad.
Su gran oportunidad, por primera vez, le llegó en 2004, cuando Jorge Martínez "Aspar", con cuya escudería Bankia ha logrado el título mundial, le hizo su primer contrato para el CEV, que acabó en la cuarta posición y pudo así hacer sus primeros pinitos en el mundial al sustituir al lesionado piloto francés Mike di Meglio.
Esa incursión en la última carrera del año, en la Comunidad Valenciana, le abrió de par en par las puertas del equipo "Derbi Caja Madrid", con el que Terol se habituó a los circuitos del mundial, pero en una caída entrenándose con su bicicleta de montaña -otra de sus grandes pasiones-, se rompió el bazo.
Se perdió tres carreras y reapareció en las dos últimas del curso en Turquía y Valencia, pero fue una temporada complicada, si bien el de Alcoy apenas tenía 16 años entonces y tiempo por delante para reflexionar y sacar conclusiones positivas de sus errores.
Tuvo que aprender italiano para relacionarse con sus mecánicos y continuó evolucionando como piloto, en las siguientes campañas, de la mano de Derbi Planet (2006) y Derbi Seedorf (2007), pero fue en el 2008 cuando se produjo el gran cambio como piloto.
En el seno de la escudería Jack & Jones y con una Aprilia del más alto nivel, llegó su primer podio mundialista, segundo en Jerez, y su primera victoria, en Indianápolis.
Acabó el 2008 quinto y en 2009 ya se perfilaba como uno de los aspirantes al título dentro de la misma escudería, pero su discreto arranque de la temporada condicionó mucho su rendimiento a pesar de luchar casi siempre entre los mejores y ser tercero en la tabla de puntos.
En 2010 fichó por el "Bancaja Aspar Team" y ahí terminó de explotar todo el potencial de Terol, solo ensombrecido por la presencia de otros dos grandes pilotos, Pol Espargaró y Marc Márquez, quien se acabó proclamando campeón del mundo aquél año.
Nico sumó catorce podios en una temporada, igualando el hito logrado anteriormente por Álvaro Bautista en 2006, pero se tuvo que conformar con el subcampeonato doblegado en la última carrera de la temporada por Márquez.
La presente campaña no podía tener otro objetivo que luchar por el título mundial y el de Alcoy no defraudó a las expectativas encadenando una secuencia de resultados de auténtico campeón que ahora le permitirá disfrutar de todo aquello que le gusta fuera de las carreras, la familia, sus amigos, practicar la bicicleta de montaña o ir al cine.
Atrás quedaron momentos amargos, como su grave lesión en el 2005 o el percance del pasado año en una mano que le impidió continuar luchando con suficiencia por el título mundial de entonces, pero todo eso ha quedado relegado ya al olvido y "Nico" Terol ya puede saberse y reconocerse campeón del mundo.