El Real Madrid empieza a poner tierra de por medio con respecto a su eterno rival, el Barcelona, cuando falta poco más de un mes para el clásico que ambos equipos disputarán el segundo fin de semana de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu. Un duelo esperado que se repetirá cuatro meses después del último choque, el pasado 17 de agosto en el Camp Nou, en una vuelta de la Supercopa de España (3-2) marcada por los numerosos incidentes, como el dedo de José Mourinho en el ojo del segundo entrenador barcelonista, Tito Vilanova.
Aún queda bastante para ese clásico del Bernabéu, pero de momento el conjunto blanco va como la seda: es líder de la Liga en solitario con 28 puntos, con tres de ventaja sobre los azulgranas, después de conseguir siete triunfos consecutivos –diez en total si se tienen en cuenta los dos partidos de Liga de Campeones ante el Olympique de Lyon y el otro frente al Ajax de Ámsterdam–. De esas siete victorias, seis han sido por goleada –sólo en Anoeta, contra la Real Sociedad, acabó ganando por la mínima–. La última de esas goleadas fue este domingo frente a Osasuna (7-1), en un horario atípico para los blancos al tener que jugar a mediodía, en un partido en el que volvía a exhibirse Cristiano Ronaldo con su cuarto triplete esta temporada –ya lleva doce con la camiseta blanca–.
Por contra, el Barça parece que empieza a perder fuelle a pesar de mantenerse como el único equipo invicto en esta Liga. Una condición que estuvo a punto de perder este domingo por la noche en San Mamés, donde acabó empatando ante el Athletic de Bilbao (2-2) gracias a un milagroso gol de Leo Messi en el tiempo de descuento.
El dato más revelador de esta situación es que desde que Pep Guardiola dirige al primer equipo barcelonista, desde verano de 2008, los culés nunca habían estado tres puntos por debajo de los blancos en la clasificación.
La máxima ventaja del conjunto madridista desde que el técnico de Sampedor se sienta en el banquillo del Camp Nou había sido de dos puntos, en el inicio de la temporada 2008/09. Su estreno no pudo ser más decepcionante, con una derrota en Soria frente al Numancia (1-0) y un empate en casa ante el Racing de Santander (1-1).
Pero eso ya es agua pasada porque desde entonces, en poco más de tres temporadas, Guardiola ha conquistado doce títulos: dos Copas de Europa, tres ligas, una Copa del Rey, dos Supercopas de Europa, tres Supercopas de España y un Mundial de Clubes.