Wembley, un estadio maldito para España

España regresa a Wembley 15 años despuñes. Ya no es el mismo estadio, cierto, porque fue derruido en 2002, pero el espíritu sigue siendo el mismo, porque el nuevo estadio se construyó sobre los cimientos del anterior, adaptándolo a la actualidad pero sin perder su alma. Y eso no es bueno para España, a tenor de los resultados: cinco derrotas en seis encuentros ha sufrido la selección en sus visitas al mítico estadio.

La primera de ellas fue en 1955, cuando los ingleses golearon a los nuestros por cuatro tantos a uno. Arieta marcó el tanto español, en un equipo en el que destacaban Maguregui y Collar.

Cinco años después, el resultado fue casi idéntico. 4-2 para los three lions, que ya contaban con Bobby Charlton. Poco pudo hacer España, pese a contar con Di Stefano, Gento, Santamaría, Del Sol o Luis Suárez.

En 1967 se produciría el tercer encuentro en Wembley, también amistoso. Inglaterra se impuso con comodidad, 2-0, a la España de Pirri, Amancio, Grosso o Gento. Un año después la derrota fue sólo por la mínima, en un encuentro correspondiente a la clasificación para la Eurocopa de 1968, que se zanjó en el partido de vuelta en el Bernabéu a favor de los británicos.

Primera y única victoria

El 25 de marzo de 1981 se produjo la primera y única victoria de España en Wembley. Fue en un amistoso, pero valió igual. Dos jugadores de la Real Sociedad, Satrústegui y Zamora, fueron los artífices del triunfo, firmando el 1-2 definitivo, remontando el tanto inicial de Glen Hoddle.

Y el encuentro fue en el verano de 1996, en la Eurocopa disputada en Inglaterra. La selección de Javi Clemente acabó sucumbiendo, en lo que fue un estigma para España durante muchos años, en los cuartos de final, en la tanda de penaltis, y ante los anfitriones. Los Hierro, Sergi, Nadal, Kiko o Julio Salinas no pudieron con McManaman, Platt, Gascoigne o Shearer.

Pero los tiempos han cambiado, y España ya no es la que cae en los cuartos de final, ya no es la que pierde ante las grandes. Ahora es la campeona del mundo y de Europa, y Wembley es el mejor escenario para demostrarlo.