Agridulce goleada del Barcelona sobre el Al Sadd en Yokohama, en la segunda semifinal del Mundial de Clubes. Los azulgranas han arrollado a su débil rival qatarí, entrenado por el exseleccionador uruguayo Jorge Fossati y cuyas principales estrellas son los africanos Mamadou Niang y Abdul Kader Keita –jugadores de medio pelo durante su pasado en el fútbol europeo–, pero pierden a David Villa para lo que resta de temporada al fracturarse la tibia de la pierna izquierda durante una acción fortuita.
Un mal trago para Pep Guardiola que se producía al borde del descanso del partido, cuando Adriano, el inesperado goleador de la noche, ya había abierto el melón y pocos minutos antes de que el propio lateral brasileño se encargara de poner tierra de por medio. Después, ya en la segunda parte, Keita y Maxwell ampliaban la renta, rubricando una goleada que permite a los culés citarse en la gran final del próximo domingo con el Santos de Neymar, quien por cierto puede tener su futuro como azulgrana. Pero ésa es otra película que está por ver...
Llegaba el Barça a Japón con la moral por las nubes tras su triunfo del pasado sábado en el clásico ante el Real Madrid (1-3) y desde el pitido inicial se encargó de demostrar su superioridad –nadie lo ponía en duda– ante el ganador de la Liga de Campeones asiática. Con Iniesta y Pedro –una pesadilla por la banda izquierda– como los hombres más activos en ataque, el conjunto azulgrana iba llegando cada vez con más peligro al área rival mientras el conjunto árabe, exento calidad, se defendía atrás como gato panza arriba.
Lo intentó por todos los medios el campeón de Europa hasta que, a los 24 minutos, Adriano abrió la lata al beneficiarse de un error garrafal de la defensa qatarí. El argentino Belhadj, exjugador del Portsmouth inglés, no se entendió con el portero Saqr y el lateral brasileño, que esta vez actuó por el costado derecho, sacó petróleo al llegar como una auténtica exhalación desde atrás para acabar alojando el balón en el fondo de la portería. Costó un poco, pero al final acabó llegando el primer tanto de la fría tarde nipona.
Siguió a lo suyo el conjunto catalán, dominando el juego mientras el impotente adversario se veía regisnado a su suerte hasta que, poco antes del descanso (m.36), se produjo la jugada fatídica del partido. Villa, hasta entonces muy participativo pero sin fortuna, trató de rematar un balón con su pie izquierda y cayó mal para acabar fracturándose la tibia. El Guaje, que puede tener su futuro lejos del Barça, tuvo que dejar su puesto a un Alexis Sánchez que le ha ganado el puesto en el once titular. Posteriormente era trasladado a un hospital de Yokohama, donde se confirmaba que el máximo goleador de la historia de la selección española (51 tantos) estará unos seis meses de baja, con lo que ve peligrar la Eurocopa del próximo verano en Ucrania y Polonia. Todo un mal trago que el barcelonismo tardará en digerir.
Lo cierto es que dieron mucho de sí los últimos minutos de la primera parte. Adriano batía de nuevo a Saqr con un disparo que se coló junto al palo, poniendo el 0-2 en el marcador, y justo al final fue cuando el Al Sadd dio algunas señales de vida en ataque, con Niang y Keita inquietando tímidamente a la bien ordenada defensa culé. Pero fueron más fuegos de artificio, palabras vacías que nunca llegaron a buen puerto. Porque Valdés nunca vio peligrar su portería.
Messi brilla pero no marca
Siguió por los mismos derroteros el encuentro tras la reanudación, con el Barcelona teniendo la pelota –casi un 80 por ciento de posesión– y dominando el juego frente a un rival completamente desquiciado. Apareció entonces Messi, primero para marcharse de un puñado de rivales y avisar de sus intenciones y, luego, con un gran lanzamiento de falta que obligó a Saqr a volar para evitar lo que hubiera sido el 0-3. Mientras el cancerbero qatarí trabajaba a destajo, sus compañeros, con los plomos fundidos –si es que alguna vez los tuvieron– metían la pierna en exceso para tratar de frenar el vendaval azulgrana.
Pero quedaba claro que el tercero iba a acabar llegando tarde o temprano. Lo hizo prácticamente enseguida (m.63) después de que Keita, otro de los inesperados goleadores, aprovechara un gran pase de la Pulga para plantarse solo ante el cancerbero y superarle con un toque sutil. Luego fue el propio delantero argentino, el gran favorito para ganar por tercera vez el Balón de Oro, quien tuvo en sus botas el cuarto tanto con un remate de chilena, aunque la pelota acabó paseándose por delante de la portería qatarí.
Con los deberes hechos, Guardiola volvió a mover el banquillo para dar entrada a Maxwell e Isaac Cuenca en sustitución, respectivamente, de Abidal y Alexis, quien sólo jugó media hora al acabar con algunas molestias. Un cuarto de hora después de ingresar al campo, el exjugador brasileño del Inter de Milán también quiso sumarse a la fiesta firmando el definitivo 0-4. Imprimió una velocidad más Maxwell tras recibir un pase de Thiago y resolvió con un brillante zurdazo en el mano a mano ante Saqr.
Quien finalmente no pudo marcar, pese a haber gozado de claras ocasiones para ello, fue Messi. Lo intentó de todas las formas el argentino, uno de los mejores del encuentro. El 10 azulgrana quiere mojar a toda costa en este Mundial de Clubes para superar otro reto y el domingo tendrá la última oportunidad de conseguirlo en la final frente al Santos de Neymar. Pero eso será harina de otro costal. Un duro hueso de roer que en nada se parecerá al débil Al Sadd, un auténtico convidado de piedra para un Barça que, pese a todos los títulos logrados en los últimos meses, demuestra partido a partido que sigue teniendo mucha hambre.
Ficha técnica
Al Sadd, 0: Saqr; Abdulmajed, Lee Jung Soo, Koni, Belhadj; Abdulmajid, Mohamed, Albloushi (Al Yazidi, m.64); Al Khalfan; Keita (Al Haydos, m.85) y Niang (Ali, m.77)
Barcelona, 4: Valdés; Adriano, Mascherano, Puyol, Abidal (Maxwell, m.66); Thiago, Iniesta, Keita; Villa (Alexis, m.39) (Cuenca, m.70), Pedro y Messi
Goles: 0-1, m.24: Adriano; 0-2, m.43: Adriano; 0-3, m.63: Keita; 0-4, m.80: Maxwell
Árbitro: Joel Aguilar (El Salvador). Mostró tarjeta amarilla a Abdulmajed (m.61) y Kasola (m.79)
Incidencias: Segunda semifinal del Mundial de Clubes 2011 disputada en el Estadio Internacional de Yokohama ante unos 73.500 espectadores. David Villa sufrió una grave lesión en el minuto 36 al fracturarse la tibia de su pierna izquierda