Mourinho tendrá que hacer encaje de bolillos ante el Barça

Sami Khedira, que se lesionó poco antes del descanso del partido de Copa del Rey que el Real Madrid ganó al Málaga en La Rosaleda (0-1), es la primera baja en el parte de guerra del conjunto blanco, que se ha ampliado de forma inesperada. El centrocampista alemán sufre un "esguince del ligamento lateral externo de su tobillo derecho con afectación de la sindesmosis anterior" y, aunque el parte médico del club no confirma el período de recuperación, todo apunta a que estará cerca de un mes apartado de los terrenos de juego.

El técnico José Mourinho dijo el martes, en la rueda de prensa posterior al choque en la capital de la Costa del Sol, que la lesión de Khedira no parecía grave. Pero de las palabras del doctor Alfonso del Corral, antiguo jefe de los servicios médicos del club blanco, se desprende todo lo contrario.

"Es más grave porque es una lesión que muchas veces tiende a pasar desapercibida y tiene un tiempo de convalecencia mayor". Por eso, debido a la afectación de esa sindesmosis anterior, que es lo que "fija y estabiliza el tobillo", la baja puede ser más prolongada y pasar de un par de semanas a cerca de un mes. Así, el internacional germano se perdería los dos clásicos de cuartos de final de la Copa del Rey ante el Barcelona, con el partido de ida la próxima semana en el Santiago Bernabéu. Siempre, claro está, que los azulgranas superen este jueves su eliminatoria ante el Osasuna, que tienen muy encarrilada después del 4-0 de la ida.

Recomposición de la defensa

La baja de Khedira es todo un jarro de agua fría para Mou, que en principio deberá renunciar al trivote que tanto viene utilizando en los últimos partidos. O "triángulo de presión muy alta", como él mismo prefiere llamarlo. En cualquier caso, la del alemán no es la única ausencia para el partido frente al Barça en el Bernabéu, pues el técnico portugués tampoco podrá contar con Álvaro Arbeloa, que fue expulsado en el minuto 88 del partido ante el Málaga por doble amarilla.

Una expulsión, absurda, que le sentó como un tiro al luso, que se quedó mirando a su jugador con cara de muy pocos amigos mientras éste, cabizbajo, abandonaba el terreno de juego de La Rosaleda tras indicarle el colegiado Miguel Ángel Pérez Lasa el túnel de vestuarios. Ya le había puesto el entrenador de Setúbal la cruz la semana pasada por la "basura" de partido que hizo ante el Málaga en la ida -tanto él como el resto de sus compañeros-, y ahora tiene más motivos para apartarle de las alineaciones titulares.

Así, Mourinho se plantea devolver al lateral derecho al francés Lass Diarra, acompañando a Sergio Ramos, Pepe y Marcelo en defensa, por lo que el resto del equipo podría ser el formado por Casillas, Xabi Alonso, Özil, Di María, Cristiano Ronaldo, Higuaín y Benzema. No obstante, también cabe la posibilidad de que Pepe pase a jugar como mediocentro, como ya ha hecho en alguna ocasión con la camiseta blanca -por ejemplo, en la ida de semifinales de la pasada edición de la Liga de Campeones contra el Barcelona (0-2)-, con lo que Raphael Varane o Raúl Albiol sería el compañero de Ramos en el centro de la zaga.

Di María acelera su recuperación

No todo son malas noticias en el Real Madrid. Quien parece listo para regresar a los terrenos de juego es Ángel Di María, que se lesionó en el último entrenamiento del año 2011, el pasado 31 de diciembre, al producirse una microrrotura fibrilar en el recto anterior del muslo derecho. Salvo recaída de última hora, el Fideo podrá jugar ante el Barcelona.

Incluso Mourinho medita darle unos minutos en el partido liguero del sábado frente al Mallorca en el Iberostar Estadio (20:00 horas), aunque habrá que esperar al viernes para conocer la lista de convocados del técnico portugués.

Di María ha estado entrenando este jueves con sus compañeros sobre el césped de Valdebebas, en el regreso del Madrid al trabajo tras sellar el billete para cuartos de la Copa, y está como loco por reaparecer. Tratándose del mejor asistente de la Liga hasta la fecha con trece pases de gol, su concurso en los clásicos puede resultar decisivo para acabar de una vez por todas con la tiranía culé.