El PSG se queda sin estrellas por culpa de sus mujeres

Se las prometía muy felices el Paris Saint Germain en este mercado invernal. Tenía dinero de sobra para traer a una estrella, y el primer elegido fue David Beckham. Después de convencer al inglés –sobre todo con una ficha mareante-, éste rechazó la proposición a última hora.

Según el club parisino la explicación no se debe a otra cosa que a la mujer de Beckham, Victoria. Al parecer, no estaba dispuesta a renunciar a su lujosa vida en Beverly Hills –el futbolista juega actualmente en Los Angeles Galaxy-, llena de celebridades y lujosas fiestas hollywoodienses.

Con tiempo de reacción, y a pesar de la sorpresa, Leonardo, director deportivo del PSG, decidió lanzarse a por otro estrella: el brasileño del Milan Pato. Mucho dinero para el equipo, y un proyecto deportivo de futuro espectacular para el futbolistas. Además, Carlo Ancelotti, su principal valedor, como nuevo técnico del club francés. Todo cuadraba para que la operación cuajase.

Todo, menos un pequeño detalle. Barbara Berlusconi, hija del ex Primer Ministro italiano, y novia de Pato. Como directiva del conjunto rossonero no vio nada bien la salida del club de uno de sus mejores jugadores, y trató de convencer –y lo logró- a su pareja de no dejarse seducir por los petrodólares y continuar en Milan.

Dos grandes fichajes frustrados por la opinión final de las parejas. Una situación con la que el PSG no contaba, y que ha resultado determinante.