Los Giants ganan su cuarta Super Bowl

Los New York Giants se han proclamado campeones de la XLVI edición de la Super Bowl, disputada en el Lucas Oil Stadium de Indianápolis, tras superar a los New England Patriots. Como sucedió en la final de 2008, Eli Manning ha sido el verdugo de los Patriots al protagonizar la jugada decisiva. A 57 segundos para el final, un pase suyo permitió a Ahmad Bradshaw darle la vuelta al marcador adverso (15-17).

Así, los pronósticos han vuelto a saltar por los aires, pues para la mayoría de analistas los máximos favoritos eran los Patriots de Tom Brady. El guión ha sido similar al de la ya mencionada Super Bowl del año 2008. Los Patriots tuvieron todas las oportunidades para conseguir el triunfo, pero fallaron en las jugadas decisivas. Los Giants, en cambio, acertaron en las acciones claves.

El equipo de Nueva York lograba los dos primeros puntos en el primer cuarto tras un error del quarterback Tom Brady, que provocó un safety a favor de sus rivales. Era el sexto fallo de este tipo de la estrella de los Patriots en la historia de las Super Bowl. Poco después, el puertorriqueño Víctor Cruz recibió un pase de Eli Manning y marcó el primer touchdown del encuentro. La ventaja se incrementó a 9-0 tras un punto adicional logrado por Lawrence Tynes.

En el segundo tiempo llegó la respuesta ofensiva de los Patriots, que consiguieron sus tres primeros tantos gracias a su pateador Stephen Gostkowski. Un pase de cuatro yardas de Brady a Danny Woodhead finalizó en touchdown y Gostkowki, poco después, puso por delante a los New England Patriots (9-10). Con este resultado se llegó al descanso.

Tras la reanudación, los Patriots incrementaron la diferencia gracias al touchdown del puertorriqueño Aaron Hernández. Gostkowki hizo un punto adicional con el balón detenido. Tynes puso el marcador en 15-17, que duró hasta el último minuto, cuando aparecieron Bradshaw y su touchdown.

Al final, victoria de los Giants por 21-17 que les permite conseguir su cuarto título de Super Bowl –el segundo en cinco años– después de cinco finales disputadas. El equipo de Nueva York entra de esta forma tan brillante en la historia de la NFL, convirtiéndose en una de las grandes dinastías de la competición.