José Miguel González del Campo, Míchel, ha sido presentado como nuevo entrenador del Sevilla en una multitudinaria rueda de prensa en el estadio Sánchez Pizjuán. El técnico madrileño, que ha firmado con la entidad de Nervión hasta final de temporada, con opción a otra más si el equipo acaba entre los cuatro primeros de la Liga, dice que no llega como salvador.
"La solución no la tengo que poner sólo yo. Tengo una idea del rumbo, pero dependemos de los jugadores, en todos los sentidos", ha dicho el técnico madrileño, de 48 años. "La plantilla es buena y el equipo tiene recursos, pero todos necesitamos un poquito más. El equipo va a cambiar su actitud", promete el exfutbolista del Real Madrid.
Si mete al equipo en Liga de Campeones, renovará automáticamente su contrato, ha precisadp Del Nido, ante lo que el técnico ha asegurado que es "un reto importante, apasionante, una lanzadera, es estar en un club grande y con una "gran afición", pero para ello "se necesita la actitud e ilusión de los jugadores, que son los protagonistas".
Míchel, que llega con José Vallejo de preparador físico, ha pedido ante el recelo del sevillismo por su pasado madridista que no se le mire como exjugador, sino como entrenador que "va a defender al Sevilla", un "club grande" que puede aspirar "a cualquier meta".
Ha señalado que intentará implantar su "idea de jugar bien al fútbol", porque "aquí hay jugadores de ese nivel. Soy un hombre de club, me adapto perfectamente y tomaré las decisiones con un grupo de colaboradores externos y los que ya están aquí", ha aseverado. "Los jugadores son buenos, son inteligentes, saben la situación y son los que se tienen que dar cuenta para cambiarla", ha subrayado.
Además de negar que tuviera contactos con el Betis y que haya rechazado ofertas esperando al Sevilla porque nunca desea que a sus "compañeros les vaya mal", ha indicado que sabe que la plantilla sevillista "trabajaba bien, pero no lo plasmaba sobre el campo".
Para cambiar eso, ha añadido, "hay que darse cuenta de que eso ya no es así, arrimarse todos juntos y que los jugadores se den cuenta de qué ha pasado, dónde están y a qué club defienden", según Míchel, que se ha mostrado seguro de que ellos "ya lo saben, pero hay que insistir, trabajarlo en los entrenamientos y estar muy encima".
A su juicio, "el equipo no tiene problemas de plantilla" e intuye que "los tiene de otras circunstancias" y que, "con una pequeña modificación, los resultados llegarán" en un reto para el que es "fundamental" recuperar "la actitud y confianza" de los jugadores.
Antes de recalar en el Sevilla, el joven técnico también había sonado para dirigir al Zaragoza o al Sporting de Gijón después de las destituciones de Javier Aguirre y Manolo Preciado, respectivamente.
Finalmente, el club maño eligió a Manolo Jiménez, mientras que la entidad asturiana ha apostado por un hombre de la casa, Iñaki Tejada, para que se haga cargo del equipo hasta final de temporada.