El Manchester United dormirá como líder de la liga inglesa, un punto por delante de sus vecinos del Manchester City, después de que el inglés Wayne Rooney se echara de nuevo el equipo a la espalda para solventar el clásico del fútbol inglés frente el Liverpool en Old Trafford (2-1).
Tras la victoria de los diablos rojos, el City del argentino Sergio Kun Agüero visitará este domingo el feudo del Aston Villa con la presión de estar obligado a puntuar si no quiere verse relegado a la segunda plaza después de varios meses a la cabeza de la liga inglesa.
A Rooney le bastaron los cinco primeros minutos de la segunda parte para marcar hoy dos goles que disolvieron cualquier esperanza para los reds de llevarse algo positivo del Teatro de los Sueños, que vivió una tarde llena de tensión debido al desplante del uruguayo Luis Suárez al franco-seengales del United Patrice Evra.
Suárez se reencontraba con los diablos rojos después de cumplir ocho partidos de sanción por dirigir insultos racistas al defensa del United, y no dudó en añadir más leña al fuego al negarle el saludo a su rival antes de empezar el encuentro. Evra se quedó con la mano levantada ante su presunto agresor, que pasó de largo, a pesar de que el defensa trató de retenerle para completar el saludo formal que todos los jugadores se dedican antes de comenzar un encuentro de la Premier League.
El gol del veterano Thierry Henry, que dio la victoria in extremis al Arsenal frente al Sunderland (1-2), fue el otro centro de gravedad de la jornada en Inglaterra. El delantero francés, de 34 años, cedido por dos meses al club donde se forjó por los New York Red Bulls, dio a los gunners tres puntos que les sirven para ascender a la cuarta posición de la tabla, que da acceso a la Liga de Campeones, después de una temporada en la que los de Arsène Wenger llegaron a rozar los puestos de descenso.
El modesto Sunderland aprovechó en la segunda parte una desafortunada lesión del defensa Per Mertesacker para adelantarse en el marcador. El irlandés James McClean recogió un balón que había quedado sin dueño después de que el alemán cayera al suelo por un problema en su pierna izquierda y se plantó ante el guardameta polaco del Arsenal Wojciech Szczesny, que poco pudo hacer para evitar el gol.
El galés Aaron Ramsey, con un disparo raso cinco minutos después, igualó el marcador, y Henry remató la tarde en el tiempo de descuento al conectar en el interior del área pequeña un centro del ruso Andrey Arshavin.
El Chelsea vivió una jornada aciaga en el feudo del Everton, y encadenó el cuarto partido de liga sin ganar al caer derrotado por 2-0 en un encuentro en el que los del portugués André Villas-Boas volvieron a echar en falta la potencia física del marfileño Didier Drogba, en la Copa de África con su selección.
Al español Fernando Torres y compañía les faltó profundidad para inquietar a los locales, y sucumbieron después de que el sudafricano Steven Pienaar marcara un temprano gol en el minuto cinco y el argentino Denis Stracqualursi sentenciara el duelo a veinte minutos para el final.
La derrota relega al Chelsea al quinto puesto de la Premier, que podría haberse convertido en el sexto si el Newcastle, un punto por detrás, no hubiera sufrido la derrota que les esperaba en el londinense White Hart Lane.
El Tottenham Hotspur de Harry Redknapp, el principal candidato para suceder al italiano Fabio Capello al frente de la selección inglesa, volvió a demostrar porqué es el equipo revelación de la temporada en Inglaterra y le endosó cinco goles a los de Alan Pardew (5-0).
El francés Louis Saha, con dos goles, el croata Niko Kranjcar y el camerunés Benoit Assou-Ekotto, con otros dos tantos, dieron por concluido durante los primeros 45 minutos un partido cuya segunda parte, con un nuevo gol del togolés Emmanuel Adebayor, fue un mero trámite para que los seguidores spurs ensayaran cánticos en apoyo de sus jugadores y su entrenador.