'Manita' del Numancia sobre el hielo de Los Pajaritos

El Numancia ha goleado al Córdoba sobre el hielo de Los Pajaritos (5-0) en una segunda parte en la que pudo conseguir un resultado todavía más abultado. El Numancia, que reclamó jugar estos partidos nocturnos más temprano, cuando el césped está en mejores condiciones, no tuvo compasión del Córdoba en la segunda mitad, en la que hizo un auténtico roto a la defensa del equipo andaluz.

Los aspirantes a engancharse a la promoción no estuvieron finos en la primera parte, en la que el balón cambió pronto de dueño, sin que los dos guardametas tuvieran demasiado trabajo. Los dos equipos, con el mismo planteamiento, se consumieron en pases en la medular, donde faltó continuidad para encarar la meta contraria con mayor claridad.

Pocas ocasiones y entre ellas la primera del Córdoba en un disparo seco de Borja, pegado al primer palo, que atajó sin problemas Zabal, en el área helada de Los Pajaritos, un escenario que pronto puso patas arriba a Unai y Dubarbier, los primeros jugadores en probar la pista de hielo.

El jugador francés desperdició (min. 11) un contragolpe, por estar más preocupado de no caerse en el recorte a Nano que de encarar a Zabal. El Numancia avisó a la media hora con un centro medido de Julio Álvarez al que se cruzó a tiempo el lateral Fernández cuando Del Pino llegaba al remate. Y se puso por delante, con un buen remate de cabeza de Juanjo, a pase de Álvarez, cuando los dos equipos pensaban ya en el descanso.

En la reanudación, el Córdoba se condenó pronto en el área de hielo, después de un centro-chut de Fernández que casi se come el meta local Zabal. Bedoya, tras una contra conducida por Álvarez, amplió la distancia (min. 55), lo que hizo mover el banquillo a Paco Jémez, pero sin resultados.

El Numancia, por contra, se fue sintiendo cada vez más seguro sobre la portería de hielo. Y se multiplicaron las ocasiones y los goles. Sunny, Nano y Julio Álvarez completaron la cuenta goleadora, la manita, que pudo ser más amplia si Victor Andrés y Bedoya, en una jugada que recordó al mejor Butrageño, hubiesen acertado.