Hasta ahora, la sintonía de los dos finalistas de la Copa del Rey era total. En la reunión exprés el lunes después de la clasificación para la final, tanto Barcelona como Athletic de Bilbao acordaron rápidamente que el partido se disputase en el Santiago Bernabéu. Faltaba el pequeño detalle de hablar con el club propietario del campo.
Los dos clubes ya saben que la final no se puede disputar en el Santiago Bernabéu, con lo que el Vicente Calderón, Mestalla y La Cartuja son los únicos campos disponibles para disputar ese encuentro.
La mejor opción sigue siendo el Calderón, aunque todavía no se sabe si la final se podrá disputar en el estadio rojiblanco debido a un concierto de Coldplay programado para esas fechas.
De no estar disponible, las opciones serían La Cartuja o Mestalla. El Barcelona apuesta por Valencia, debido, sobre todo, a su proximidad. Sin embargo, en Bilbao serían más favorables a jugar en La Cartuja, según informa el diario As.
La razón es que no quieren que el Barcelona tenga un viaje más cómodo. Valencia está más cerca de Bilbao que Sevilla, cierto, pero puestos a viajar da igual conducir 200 kilómetros más. La capital andaluza está muy lejos de Barcelona y de Bilbao y obligaría a un viaje largo a ambas aficiones y equipos.
En cambio, de jugarse en Valencia, los aficionados culés podrían desplazarse en masa el mismo día del encuentro, algo que no gusta en el País Vasco. Además, en La Cartuja calculan que podrían contar con unas 30.000 entradas por club, un número algo superior a las que dispondrían en Mestalla.
Mientras, la Federación sigue sin decir esta boca es mía y retrasando la decisión.