El torneo de tenis de Indian Wells (California, EEUU) se ha visto amenazado por culpa de un virus estomacal que, hasta el momento, ha provocado la retirada de siete jugadores: cuatro en el cuadro individual femenino y otros tres en el masculino.
Los primeros en caer fueron el italiano Andrea Seppi, el alemán Philip Kohlschreiber y la checa Magdalena Rybarikova, el pasado sábado. Un día después el turno le tocó al francés Gael Monfils, decimocuarto preclasificado, y a la estadounidense Vania King, mientras que el lunes las víctimas han sido la rusa Vera Zvonareva, novena favorita, y la italiana Francesca Schiavone (10).
Además de estos siete jugadores, el virus también ha infectado a un periodista que cubría el evento y que tuvo que ser hospitalizado el domingo.
"Es un virus que circula en el Valle de Coachella (donde se encuentra enclavada la ciudad de Indian Wells, a unos 195 kilómetros al este de Los Ángeles) y sus síntomas son náuseas, vómitos, fiebre y diarrea", han dicho los organizadores del torneo en un comunicado.
El virus, que se manifiesta 24 ó 48 horas después de ingresar en el cuerpo humano, se transmite por el aire y por contacto, y no a través de la contaminación de alimentos, según han explicado las autoridades.