El APOEL chipriota, rival del Real Madrid en los cuartos de final de Liga de Campeones, aún recuerda con nostalgia la noche del pasado 23 de agosto, cuando comenzó a construir un sueño inimaginable. Meses después es la gran revelación del torneo más prestigioso de Europa.
El Wisla de Cracovia llegaba a Nicosia en el último partido del playoff de acceso a la máxima competición continental con una ventaja de 1-0 cosechada en la ida. En un duelo igualado había conseguido sobrevivir a las adversidades y aguantar hasta los últimos instantes un 2-1 que les resultaba favorable. Fue entonces cuando, a tres minutos para el final, el brasileño Aílton cazó un balón dentro del área y con un disparo a la media vuelta escribió las primeras páginas de una gesta que ya es leyenda. Aquel gol forjado en la agonía hizo fuerte a un conjunto que desde entonces se vio capaz de lograr lo imposible.
Encuadrado en la fase de grupos junto a Oporto, Zenit y Shakhtar, el primer objetivo fue alcanzar la Liga Europa. Luego pasar de ronda. Posteriormente hacerlo como primeros de grupo. Y finalmente superar al Lyon en octavos y llegar a los cuartos, donde se cruzarán con los hombres de José Mourinho en su camino a la soñada Décima.
Independientemente de lo que suceda, este club fundado en una pastelería durante 1926 y cuya abreviatura significa "Club de fútbol de los griegos de Nicosia", ya había hecho historia para su país convirtiéndose en el único capaz de superar la previa. Este logro y el de colarse entre los ocho mejores los ha conseguido con pocos argumentos futbolísticos más allá de la ilusión, la fe y el excelente rigor táctico que le ha aportado desde el banquillo el serbio Ivan Jovanovic.
El balcánico afronta desde 2008 su segunda etapa en el club. Una alianza que ha resultado provechosa pues ya había guiado a los chipriotas a su primera experiencia en el mejor escaparate de Europa. Fue hace dos campañas cuando cayeron en primera ronda ante Chelsea, Oporto y Atlético de Madrid, con el que pelearon hasta última hora por entrar en la Liga Europa.
Con un inamovible 1-4-2-3-1 basado en la cohesión entre las diferentes líneas y una poderosa salida a la contra, el núcleo duro de la plantilla lo conforman jugadores de países de habla portuguesa. De hecho siete titulares habituales proceden de Brasil y Portugal. Destacan entre todos ellos los brasileños Aílton y Gustavo Manduca. Entre los dos suman seis de los siete tantos anotados por los de Nicosia en lo que va de campeonato siendo el primero un delantero poderoso con buen disparo e interesantes recursos y el segundo un jugador ofensivo que llega bien desde segunda línea y que se perderá el partido de ida contra el Real Madrid.
Su baja será de vital importancia para un plantel que, apoyado por sus fogosos aficionados, buscará lograr un buen resultado en casa que al menos deje la eliminatoria abierta de cara a la vuelta. Sobre el Bernabéu disfrutarán, seguro, de una de las noches más especiales de su historia.
PERFIL DEL APOEL NICOSIA
La 'cenicienta' amarilla busca el más difícil todavía
Manduca, una de las estrellas del equipo, se perderá el primer partido contra el Madrid por sanción.
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