Carles Puyol dice que no quiere buscar "excusas" al empate del Barcelona ante el Milan en San Siro (0-0), en la ida de cuartos de final de la Champions. Pero de sus declaraciones y las de sus compañeros, se deduce fácilmente que en el club azulgrana están que trinan con el césped del estadio y con el árbitro sueco Jonas Eriksson, que dejó sin señalar dos posibles penaltis a favor de los azulgranas, uno de Abbiati a Alexis Sánchez y otro de Mesbah al propio Puyol.
"Ahí están las jugadas, las ha visto todo el mundo. Yo voy a rematar y me cogen de la camiseta, pero el árbitro no ha querido pitar. Pero no tenemos que buscar excusas. Tenemos que jugar. Arbitrar es muy difícil. Hemos hecho un buen partido y sólo ha faltado el gol", ha destacado Puyol. "Yo notaba que me cogían de la camiseta y habría podido rematar mejor si no me hubieran agarrado. Se lo comenté al árbitro y él me dijo que no fue penalti", añade el capitán barcelonista.
Xavi Hernández ha sido todavía más contundente que su compañero al asegurar que "el penalti sobre Alexis ha sido clamoroso".
Tampoco se ha mordido la lengua Víctor Valdés a la hora de opinar sobre esta polémica jugada, en la que el portero Christian Abbiati derribó al delantero chileno del Barça. "Es el árbitro quien decide. Ya cansa un poco el tema de los árbitros, son muchas jugadas", afirma el guardameta de Hospitalet, quien dice que deberá ver la acción por televisión para aclarar si hubo penalti o no.
Quien no habla de los dos posibles penaltis es Pep Guardiola. "En el Camp Nou será un partido terrible, necesitamos que la gente nos eche una mano. ¿Dos penaltis? No hablo", afirma el técnico de Sampedor.
Más crítico se mostraba Guardiola sobre el estado del césped del estadio de San Siro. "Estaba en malas condiciones, resbalaba mucho. Tiene mucho mérito intentar jugar al fútbol aquí", dice el técnico barcelonista para reclamar medidas al respecto. "Alguna medida deberán tomar, es un problema para el espectáculo, la UEFA defiende el espectáculo y eso es lo que más hay que cuidar", añadía.
Horas después, el Barcelona ha decidido presentar una queja formal ante la UEFA por el mal estado del césped, que fue determinante a la hora de que los futbolistas pudieran mantener el equilibrio, sobre todo en la parte final del encuentro.
Algunas informaciones publicadas este jueves por los medios deportivos barceloneses aseguran que durante la comida de directivas previa al partido, el Milan se había comprometido a regar el campo para facilitar la circulación de balón, algo que finalmente no se produjo.
Según ha informado a través de un comunicado, el Barça presentó una queja formal ante el delegado de la UEFA en el partido, el búlgaro Mikalai Varabyov, tras la reunión posterior al encuentro y éste informador ha incluido la queja en el informe, por lo que todo apunta a que el organismo europeo acabará pidiendo explicaciones al club lombardo.