Sulley Muntari fue el héroe del Milan en la victoria ante el Chievo Verona al marcar el único tanto de la noche. Pero lo cierto es que su gran actuación no sentó igual de bien a todos los aficionados.
A la conclusión del encuentro, el jugador ghanés se quitó la camiseta y quiso regalársela a uno de los recogepelotas del Chievo que esperaban al borde del terreno de juego. Pero el niño no quiso la camiseta del jugador que había causado la derrota de su equipo y trató de devolvérsela. Finalmente se quedó con ella a regañadientes ante la insistencia del resto de recogepelotas.
Muntari volvía así a ser protagonista tras conocerse que el pasado sábado, durante el partido Milan-Fiorentina disputado en San Siro (1-2), llevaba unas espinilleras del máximo rival y exequipo del jugador, el Inter de Milán.
Este futbolista es de los pocos que ha conseguido una cesión entre clubes eternamente rivales. Este mercado de invierno ha servido para que el Milan y el Inter llegaran a un acuerdo por el intercambio del jugador, algo histórico. Muntari se incorporó en enero en calidad de cedido al cuadro rossonero hasta final de temporada.