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La trágica vida de Morosini

El futbolista italiano creció sin padres y tuvo que seguir adelante cuando un hermano minusválido se suicidó.

Piermario Morosini ha fallecido mientras practicaba deporte, su refugio en una vida que no le ha dado respiro desde muy pequeño. Las imágenes de su fallecimiento en pleno partido en Pescara son sobrecogedoras, así como su dura vida. La muerte siempre ha estado cerca del joven futbolista, que ha fallecido a una edad muy joven.

El fútbol era su refugio, un oasis en una vida golpeada una y otra vez por la tragedia. El deporte y su novia Annina, con quien se fotografía sonriente en la isla toscana de Elba poco antes de fallecer. Entre el deporte y su novia conseguía olvidar una vida marcada por el fallecimiento de sus padres.

Cuando estaba a punto de cumplir los 15 años, Morisini perdió a su madre Camilla. Apenas dos años después, falleció su padre de un repentino infarto. Con 17 años, Piermario era ya huérfano.

Pero sin duda la mayor tragedia la vivió con su hermano, minusválido, que se suicidó lanzándose desde una ventana. A Piermario sólo le quedaba una hermana, gravemente enferma, pero recuperada. También supuso un apoyo la tía Miranda, que lo ayudó a crecer y que también falleció hace poco tiempo, según informa Il Corriere dello Sport.

El fútbol era su único refugio. Con motivo de su trabajo había conocido toda Italia, desde el norte hasta el sur. Desde Udine, club al que pertenecía, hasta la Toscana o Calabria. Lamentablemente, Piermario perdió la vida practicando su pasión. Un final trágico para una vida dura.

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