El Tribunal Nacional Antidopaje del Comité Olímpico Italiano (CONI) ha decidido imponer una sanción de doce años de inhabilitación para el ciclista Riccardo Riccò –28 años– acusado de haber violado la normativa antidopaje por haberse practicado una autotransfusión de sangre.
El Tribunal Nacional Antidopaje acordó de este modo acoger la solicitud de doce años de inhabilitación formulada el pasado octubre por su Fiscalía contra Riccò, después de que el CONI le suspendiera de modo cautelar durante tres meses el pasado verano por este caso. De este modo, la sanción expirará el 18 de enero de 2024. Asimismo, el ciclista deberá pagar una multa de unos 20.000 euros.
La inhabilitación de Riccò llega después de que el ciclista tuviera que ser ingresado en febrero del año pasado en un hospital de Módena (norte de Italia) en estado grave, aquejado de fiebre alta e insuficiencia renal. El médico que lo atendió aseguró que el corredor había admitido haberse hecho una autotransfusión de sangre conservada en el frigorífico durante 25 días, un extremo que Riccò negó durante meses hasta reconocer que recibió "una solución de hierro" sanguínea por "prescripción médica".
Las primeras explicaciones del italiano no convencieron a su entonces equipo, el belga Vacansoleil-DCM, que el 19 de febrero de 2011 anunció públicamente la expulsión "con efectos inmediatos" de Riccò, a quien la Federación Italiana de Ciclismo (FIC) suspendió el pasado junio.
No es la primera vez que Riccò se ve envuelto en un caso de dopaje, ya que en 2008 fue sancionado con 20 meses de inhabilitación por dar positivo por CERA en el Tour de Francia, en el que había ganado dos etapas.