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Mou quiere volver a mojarse en el Camp Nou

El técnico portugués guarda buenos recuerdos del Camp Nou, pese a que nunca ha ganado.

El técnico portugués guarda buenos recuerdos del Camp Nou, pese a que nunca ha ganado.

José Mourinho vuelve a terreno hostil. El Camp Nou siempre le ha recibido de uñas, desde que en febrero de 2005 visitara por primera vez Can Barça como rival. El técnico portugués nunca ha ganado en el campo del Barcelona, pero, aún así, es un feudo del que guarda grande recuerdos, no en vano consiguió el pase a su última final de Champions.

Mourinho y el Camp Nou han dejado imágenes imborrables para los aficionados al fútbol. El técnico portugués ha visitado en nueve ocasiones el estadio del Barcelona con un balance de cuatro empates y cinco derrotas. Con el Real Madrid ha visitado cuatro veces terreno enemigo con un saldo de dos derrotas (5-0 en Liga y 3-2 en Supercopa de España) y dos empates (1-1 en Champions y 2-2 en Copa del Rey).

Pese a que nunca ha ganado, sí sabe lo que es saborear las mieles del éxito en Barcelona. Al igual que hoy, en otras ocasiones que ha visitado el Camp Nou, un empate era como una victoria. La primera vez que el estadio azulgrana vivió en sus propias carnes las efusivas celebraciones de Mourinho fue en octubre del 2006, cuando su Chelsea logró empatar (2-2) gracias a un tanto de Drogba en el último minuto. El técnico portugués celebró el gol con las rodillas en el suelo. Significaba la primera plaza y su primer gran recuerdo del Camp Nou.

El mejor recuerdo que guarda Mourinho del Camp Nou es, sin duda, el encuentro de semifinales de Champions de 2010. El Barcelona era el gran favorito para revalidar título en el Santiago Bernabéu y su Inter desafiaba a Goliat. Con 10 jugadores durante todo el encuentro, su Inter de Milán logró aguantar el resultado y consiguió el billete (1-0) para la final de Madrid. Mourinho, dedo en alto hacia la grada donde estaban los tifosi celebró la victoria en la medida en que lo dejaron, ya que el técnico, al igual que el resto del equipo, acabaron empapados en agua por los aspersores que se accionaron casualmente cuando perdió el Barcelona.

Acto seguido Mourinho firmó su pase al Real Madrid. Su primera aparición en el Camp Nou, ya como claro enemigo público número uno de la afición, fue en Liga. El técnico sufrió un revolcón importante con la famosa manita que Piqué se encargó de festejar con su público.

Más tarde regresaría en Champions, otra vez en semifinales. El resultado de la ida (0-2) había dejado visto para sentencia la eliminatoria, pero, sin embargo, el Madrid logró adelantarse en el marcador. De Bleckeere, árbitro señalado por Mourinho, anuló el tanto de Higuaín y dilapidó las opciones blancas.

En verano de ese mismo año el Real Madrid regresó al Camp Nou para disputar la vuelta de las semifinales de la Supercopa de España, después del 2-2 cosechado en el Bernabéu. En un encuentro eléctrico y con ocasiones para ambos bandos, Mourinho volvió a acaparar toda la atención y dejó una de las imágenes que perdurarán durante muchos años cuando metió el dedo en el ojo a Tito Vilanova en una tangana que se organizó al final del encuentro.

Y este año, el 25 de enero de 2012, fue la última vez que el Real Madrid y José Mourinho visitó el Camp Nou. Fue en la única competición en que no lo había hecho nunca, en Copa del Rey. Los blancos firmaron el mejor partido en campo rival en los últimos años, pero no lograron remontar (2-2) el resultado de la ida (1-2). El árbitro tuvo un papel protagonista, de nuevo, y Mourinho fue al parking del Camp Nou a esperarle.

A buen seguro que Mourinho y Guardiola vuelven a ser protagonistas de este clásico, quizá el último que disputen ambos, ya que el técnico azulgrana todavía no ha renovado y el entrenador portugués es enigmático respecto a su futuro.

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