Tras sonar el pitido final, los jugadores del Granada se fueron directamente a por el árbitro. Los de Abel Resino perdieron los nervios y rodearon a Clos Gómez. El colegiado expulsó a Moisés y a Siqueira. Cuando todo esto estaba sucediendo, Dani Benítez apareció de la nada para lanzarle al árbitro un botellazo a la cara.
Al parecer, los jugadores granadinos no estaban nada contentos con el penalti que Clos Gómez había señalado a favor del Real Madrid. Lo único que está claro es que la acción de Dani Benítez es lamentable. El jugador recibirá una sanción ejemplar y no podrá jugar el último partido de Liga, en el que su equipo se juega el descenso ante el Rayo Vallecano.