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Un sector del vestuario del Rayo quiso hacer la cama a Sandoval

Malos tiempos en el equipo de Vallecas, donde la tensión es máxima a pocos días del duelo vital frente al Granada.

El Rayo Vallecano ha vuelto a los entrenamientos después de dos días de descanso tras la derrota ante el Sevilla en el Sánchez Pizjuán (5-2), pensando ya en el encuentro de la última jornada liguera frente al Granada. Un duelo decisivo en el que los franjirrojos buscarán los tres puntos para conservar la categoría.

Lo cierto es que en Vallecas se respira un ambiente de máxima tensión, mayor aún después de que la Cadena SER haya asegurado que varios jugadores rayistas, cuyos nombres no desvela, promovieron el cese del técnico José Ramón Sandoval tras el encuentro ante el Sevilla.

No obstante, según las mismas fuentes, el director deportivo del club, Felipe Miñambres, ejerció de bombero y logró apagar el fuego al negarse a firmar un informe solicitado por los administradores concursales y en el que se aconsejaba el despido de Sandoval, que la semana cumplió 44 años.

Además, la SER asegura que el técnico se habría negado a aceptar una concentración de cuatro días en un hotel que fue propuesta desde altas instancias del club rayista. "Este partido (contra el Granada) es diferente, es a vida o muerte porque tienes que ganar sí o sí y quien no se sienta en la capacidad de competir no puede jugar. Vamos a sufrir mucho, pero también vamos a competir al cien por cien", decía el entrenador madrileño en declaraciones a Radio Marca.

Sandoval, a quien los administradores concursales del Rayo demandaron hace un mes al reclamarle unas cantidades que se remontan a las dos últimas temporadas del equipo antes de lograr el ascenso, está lejos de renovar su contrato. "No me plantearía seguir en estas condiciones, donde a mitad de un proyecto te lo rompen por cuatro duros que ofrecen por un futbolista que has conseguido revalorizar", decía en referencia a la polémica salida de Jordi Figueras, al Rubin Kazan ruso, durante el mercado de invierno.

Además, el entrenador se despide dejando un recado a los administradores: "Si el año que viene el Rayo está en Primera, tendrán que pensar en los errores".

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