El futuro de Gonzalo Higuaín va camino de convertirse en el culebrón del verano. El delantero argentino dice que quiere seguir en el Real Madrid, pero tampoco vería con malos ojos cambiar de aires. Los clubes más interesados en sus servicios son el París Saint-Germain, donde coincidiría con su compatriota y amigo Javier Pastore, y la Juventus de Turín.
Según informa el diario As, el director deportivo del club italiano, Fabicio Paratici, se ha reunido en Madrid con el padre del jugador. Además, el diario de Prisa añade que la Juve estaría dispuesta a pagar seis millones de euros anuales al Pipita, casi el doble de lo que actualmente percibe en el Madrid (3,8 millones).
Pero lo cierto es que el jugador sigue sin deshojar la margarita de su futuro y tiene pinta de que va a ir para largo. A su llegada la pasada madrugada a Buenos Aires, el Pipita admitía que "fue un año duro" porque "no tuve muchas oportunidades de jugar". "Pero bueno, en el último partido –en referencia al que dio el título de Liga al Real Madrid en San Mamés– me tocó y pude convertir el gol en un día tan importante. Estoy feliz por la Liga y ahora a disfrutar de mis sobrinos y amigos", señalaba.
Higuaín también ha asegurado que le "sorprendió y emocionó" ver cómo 80.000 personas le pidieron, durante la celebración por el título de Liga en el Santiago Bernabéu, que siga la próxima temporada con el famoso cántico "Pipita quédate". Pero al mismo tiempo su discurso sonó a despedida al asegurar que ha vivido –así, en pasado– "seis años maravillosos" con el club blanco.
Diez días antes se había dejado ver en La Cibeles con una camiseta firmada por todos sus compañeros en la que se podía leer un mensaje que hizo saltar todas las alarmas: "Mi casa es tu casa". En un principio se pensó que se trataba de un homenaje a modo de despedida, pero Roberto Morales, periodista de la agencia EFE, desvelaba días después en el programa Punto Pelota que todo respondía a una conjura del vestuario blanco para que la directiva le suba el sueldo al futbolista haciéndole creer que el argentino se pudiera marchar del equipo a final de temporada.
Sea como fuere, lo que sí está claro es que Gonzalo Higuaín quiere más minutos de los que ha tenido esta temporada y, sobre todo, jugar más en los partidos decisivos del curso, después de haberse visto relegado al banquillo en encuentros tan importantes como el del pasado 21 de abril en el Camp Nou, donde el Madrid logró un triunfo en el clásico (1-2) que le permitió allanar el título liguero, o el de cuatro días después en el Bernabéu ante el Bayern de Múnich (2-1), en la vuelta de semifinales de la Champions.