Nicolás Almagro sigue en estado de gracia. En Niza, la semana pasada, no cedió un set en cinco partidos y ganó por segundo año consecutivo el título. En París lleva ya dos victorias y se mantiene sin conceder una manga. Está a solo tres victorias de la número 200 en tierra.
El jueves venció con facilidad (6-4, 6-3 y 7-5) al veterano tenista Marcos Baghdatis pese al incordio de los aficionados chiprirotas. El murciano, jugador de raza, aguantó con temple las provocaciones de parte de los aficionados de la pista dos, una de las canchas donde el público se siente más de cerca.
"En una pista como la de número dos se corre el riesgo de encontrarse con gente que no viene a disfrutar, sino a molestar a los jugadores, a incordiar y faltar al respeto a los que están cumpliendo con su trabajo. Hay que olvidarse de ello", decía Almagro, que ya tuvo sus más y sus menos en Niza con el público francés.
Además, Almagro, antes del partido, tuvo que hacer frente a una insólita situación. El jugador murciano contó tras el choque que, al llegar al estadio comprobó que sus zapatillas, "con las que había conseguido muchas alegrías" le habían desaparecido, aunque no las raquetas que dejó en la taquilla. Mandó a su entrenador a por otras, que le estaban pequeñas, y finalmente encontraron unas a su medida, que le dieron resultado. "No se quién puede haber sido, porque además llevan mi nombre y estaban usadas", finalizó.
En la tercera ronda Almagro se verá las caras con Leonardo Mayer para continuar con su idilio con la tierra batida.
Granollers sufre y pasa
Para la tercera ronda también se ha clasificado Marcel Granollers, que ha salvado tres bolas de partido para superar al tunecino Malek Jaziri, 94 del mundo, por 7-6 (1), 3-6, 6-1, 3-6 y 7-5 en un encuentro que había quedado suspendido anoche por falta de luz.
El jugador barcelonés se enfrentará ahora con el francés Paul Henri Mathieu, que ganó en el segundo partido más largo en la historia de Roland Garros (cinco horas y 41 minutos) al estadounidense John Isner por 6-7 (2), 6-4, 6-4, 3-6 y 18-16.
El encuentro Granollers-Jaziri había quedado suspendido anoche con dos sets iguales. En la reanudación ambos jugadores se rompieron varias veces el saque, pero fue Jaziri el que tuvo las primeras oportunidades de ganar el partido cuando sacó para ello en el décimo juego y dispuso de tres match ball.
Granollers salvó todas ellas, luego volvió a romper en el duodécimo juego y se mantiene vivo en Roland Garros, donde ha alcanzado por primera vez la tercera ronda y continúa con sus esperanzas de sobrepasar a Fernando Verdasco en la lista para los JJ.OO. de Londres, objetivo que lograría si alcanza las semifinales.