El Celta logró este domingo ante el Córdoba en Balaídos (0-0), en un partido en el que no hubo un solo tiro a puerta, el punto que necesitaba para regresar a Primera División cinco años después. El éxtasis se vivió en el estadio vigués y también en la Plaza de América, lugar donde los aficionados celebran los éxitos deportivos del equipo.
El autobús descapotado que desplazó a la plantilla desde Balaídos, entró en la plaza pasadas las doce y media de la noche, jaleado por una afición que coreó especialmente el nombre del goleador Iago Aspas, del técnico Paco Herrera y del internacional chileno Fabián Orellana, a quien han pedido que siga en la plantilla del Celta la próxima temporada.
Ya sobre el escenario que se había levantado, los jugadores cantaron al unísono "A Primera, oé, oé, a Primera, oé, oé", justo antes de que los cánticos, liderados por Iago Aspas, se centraran en el Deportivo de La Coruña, eterno rival de los vigueses. "Coruñés el que no bote es, coruñés el que no bote es" y "el único Deportivo que existe es el Deportivo Alavés", fueron algunos de los cánticos que entonaron los seguidores del Celta.
Al grito de "¡Barça, Madrid, el Celta ya está aquí!", "¡Adiós a Segunda, adiós!" y la incombustible Rianxeira, cien veces coreada en Balaídos y las calles de la ciudad, los aficionados celtiñas celebraron el ansiado ascenso.
Los futbolistas de Paco Herrera también se acordaron del entrenador del Valladolid y exjugador del Deportivo, Miroslav Djukic: "Tira tú el penalti, Djukic tira tú el penalti", acordándose del error del central serbio en un Dépor-Valencia de la última jornada de la temporada 1993/94 que supuso la pérdida del título liguero para los coruñeses.